lunes, 19 de diciembre de 2016

¿QUIÉN ES JESUS LLAMADO EL CRISTO?

Jeremías Ramírez Vasillas

Cada fin de año el advenimiento de Jesús se pone de moda. Se montan nacimientos en todas partes. Pero este montaje está rodeado de información distorsionada que a veces poco tiene que ver con lo que la Biblia dice al respecto.

Tanta es la desinformación que a más de 20 siglos de su aparición en la tierra Cristo es materia de controversias las cuales surgieron desde que andaba en la este mundo. Hoy mucha gente se pregunta quién es en realidad, incluso dentro de las iglesias cristianas católicas, ortodoxas o evangélicas. Fuera del ámbito eclesial, algunos dicen que es una invención de la iglesia; otros, que fue un sabio o un iniciado, aunque bien a bien no se sabe a qué se refieren con esto y otros sólo un hombre singular que accidentalmente su figura fue cobrando popularidad.

Cuando andaba este mundo hasta sus conocidos se hicieron esta pregunta.

MATEO 13
53 Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábolas, se fue de allí.
54 Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros?
55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?
56 ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?
57 Y se escandalizaban de él.

Se escandalizaban, es decir, se horrorizaban que un simple hijo de carpintero anduviera haciendo esas cosas que no le correspondían.  Estaba para hacer sillas o mesas, pero no andar haciendo milagros.

Hoy hay quien afirma que su sabiduría la obtuvo por haber sido instruido por sacerdotes egipcios, quienes le enseñaron los secretos ocultos.

Si bien estuvo de niño en Egipto a dónde José huyó de Herodes, pero tan pronto murió Herodes regresó y pasó todo su tiempo en Galilea en donde ejerció su profesión de carpintero y todos sabían que en ese tiempo Jesús no era un intelectual, un sabio, un profeta, alguien que tuviera una virtud especial pues se preguntan ¿De dónde tiene éste esta sabiduría? Vemos de nuevo los últimos versículos.

MATEO 13
55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?
56 ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?

Sus milagros y sus poderosas enseñanzas hicieron que se levantaran diversos rumores infundados, y Jesús lo sabía de modo que un buen día les preguntó a sus discípulos:

MATEO 16
15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?

El mismo Juan el Bautista, cuando estaba preso por mano de Herodes, mandó a sus discípulos a preguntarle.

LUCAS 7
11 Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud.
12 Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad.
13 Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.
14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate.
15 Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre.
16 Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo.
17 Y se extendió la fama de él por toda Judea, y por toda la región de alrededor.
18 Los discípulos de Juan le dieron las nuevas de todas estas cosas. Y llamó Juan a dos de sus discípulos,
19 y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?
20 Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?

RESPUESTAS
 Las respuestas sobre su identidad las empezó a dar el mismo Jesús al responder a los cuestionamientos. Vean la respuesta que le dio a Juan el Bautista:

LUCAS 7
21 En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista.
22 Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio;
23 y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí.

La respuesta, como ven, no fue con argumentos ni con pronunciamientos filosóficos o teológicos, sino con hechos; hechos que subrayaban la profecía de Isaías, que el Señor mismo pronunció al inicio de su ministerio:

LUCAS 4
16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.
17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
18 El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
19 A predicar el año agradable del Señor.
20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

Además, la escritura revela con claridad quién es Jesús. Empecemos diciendo primero qué no es para luego que sea la escritura la que nos diga que sí es.

1. No es alguien que tuvo un origen humano, es decir, no inició su vida cuando nació en Belén, sino que allí fue el momento en el que siendo Dios se hiciera hombre .

El evangelio de San Juan 1 dice:

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”.),

En Belén entra, entonces, a la vida humana de la misma forma que cualquier ser humano para rescatar al ser humano desde su misma condición. Nos dice San Pablo:

FILIPENSES 2
5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

2. No concluyó su vida en la Cruz del Calvario, es decir, no está muerto, sino que resucitó.

Romanos 8:34
34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

3. Cristo no fue el primer creado, a pesar de que la Biblia lo identifica como “el primogénito Hijo de Dios”.

Colosenses 1:15
15 El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.

¿Qué es lo que quiere decir en este pasaje con “primogénito” Aclaremos esto. La palabra griega que el apóstol Pablo usó en Colosenses (inspirado por Dios) para designar “primogénito” es “prototókos” que tiene un sentido más de título de honor, no en sentido temporal, es decir , que él fue el primero. Veamos tres pasajes que aclaran este sentido.

Éxodo 4:22
22 Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.

 Israel no fue el primer pueblo que apareció en la tierra, sino antes, como sabemos, nacieron muchas personas y pueblos. Pero Israel tiene el honor de ser el pueblo que Dios eligió para difundir su palabras, de ahí el título de “primogénito”. Ademas, es bueno saber que en la antigüedad: “…según el concepto oriental, el hijo primogénito crecía con un destino especial. Y era empujado a desempeñar un rol de pionero, una especie de líder natural. Se tenía el concepto de que ellos representaban la esperanza futura del linaje, como también la perpetuidad del nombre de la familia”[1].

Otro pasaje es Salmo 89:27. Leamos desde el 20.

20 Hallé a David mi siervo;
Lo ungí con mi santa unción.
21 Mi mano estará siempre con él,
Mi brazo también lo fortalecerá.
22 No lo sorprenderá el enemigo,
Ni hijo de iniquidad lo quebrantará;
23 Sino que quebrantaré delante de él a sus enemigos,
Y heriré a los que le aborrecen.
24 Mi verdad y mi misericordia estarán con él,
Y en mi nombre será exaltado su poder.
25 Asimismo pondré su mano sobre el mar,
Y sobre los ríos su diestra.
26 El me clamará: Mi padre eres tú,
Mi Dios, y la roca de mi salvación.
27 Yo también le pondré por primogénito,
El más excelso de los reyes de la tierra.

Y Cristo tiene ese título porque si por un hombre entró el pecado, por otro viene la salvación, es decir, por Cristo que con su sacrificio en la cruz salva a la humanidad de su maldad, de sus pecados, de la muerte, de sí mismo, de maldad.
Isaías 9:6-7
6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
7 Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

Esto es lo que quiere decir con “primogénito”.

Pero además, es importante saber que Él es quien sostiene todo el universo en equilibrio:

Hebreos 1
1  Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas...

Colosenses, por su parte, nos dice que el es el eikon (la imagen exacta), subrayando aquello que el mismo Señor le dice a Felipe cuando éste le pide que les muestre al Padre: (Juan 14: 8-9) “Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?

Y este pasaje amplia lo que dice el pasaje de Hebreos que cavamos de leer. Es decir, Él es por quien todas las cosas existen y subsisten.

COLOSENSES 1
15 El (Cristo) es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;
18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,
20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado
22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;
23 si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.

Y Cristo es el eterno, el que vive por siglos (eternamente) y tiene las llaves de la muerte y el Hades, es decir, el lugar de los muertos. Y esta es su imagen poderosa.

Apocalipsis 1:
9 Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.
10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,
11 que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.
12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,
13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.
14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;
15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.
16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.
17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;
18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

Quisiera terminar con una imagen muy difundida en estos tiempos, pero tergiversada. Una imagen incluso enigmática. La presencia de uno hombre de oriente que se enteran antes que el pueblo de Israel del quien salvará a su pueblo y a toda la humanidad, lo cual muestra que Dios se comunica con el ser humano que tiene oídos para oírlo.

MATEO 2
1  Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,
2 diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
3 Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.
4 Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.
5 Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:
6 Y tú, Belén, de la tierra de Judá,
No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá;
Porque de ti saldrá un guiador,
Que apacentará[a] a mi pueblo Israel.
7 Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella;
8 y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.
9 Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.
10 Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.
11 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
12 Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.

Estos hombres entendieron bien que se trataba de Dios mismo y sus simbólicos regalos indican que sabían mucho más de él que muchos sabios de Israel: era un rey (le dan oro, metal propio de los reyes), era un sacerdote, un sumo sacerdote importantísimo (le regalan incienso) y era un cordero sacrificial (le regalan mirra, una sustancia amarga que anticipa su amarguísimo sacrificio en la cruz).

Ellos sabían mucho más inclusive de lo que saben mucha gente actualmente e incluso mucho más que muchos cristianos y que hoy hemos repasado de manera sintética.

Si bien no nació un 25 de diciembre, usemos esta tradición humana para recordar a aquel que no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.





[1] http://meditacionescristianasrdj.blogspot.mx/2011/01/los-primogenitos-pertenecen-dios.html

sábado, 10 de diciembre de 2016

¿QUÉ SABÍA EL APÓSTOL PABLO DE DEPORTES?


Observando los Juegos Olímpico, recordé que el apóstol Pablo tiene varias referencias al deporte en sus cartas y me pregunté ¿Era el apóstol Pablo un aficionado a los deportes? ¿Tenía algún ídolo deportivo o un equipo favorito? ¿Le iba a algún equipo? No lo sabemos, sólo que hace referencia a las justas deportivas en sus cartas. Por ello,  quizá debemos preguntarnos ¿Qué sabía en apóstol Pablo de deportes? Y si sabía algo ¿para qué le servía en su ministerio? ¿Por qué uso la terminología deportiva para ilustrar el modo de obrar en el camino del Señor?

Como el señor Jesús, que usaba cosas cotidianas para ilustrar las grandes verdades espirituales, Pablo usó así mismo los deportes y las actividades militares. El deporte, seguramente, envolvía y generaba pasiones y nadie estaba exento. Había un conocimiento común y un lenguaje común que el apóstol aprovechó para hacer más claras y vívidas sus enseñanzas.

Pero para contextualizar mejor sus referencias deportivas,  tendríamos que ver qué y cómo eran los deportes en los tiempo de Pablo.

En la región donde Pablo vivía las competencias deportivas tuvieron una gran importancia. Fueron creadas y popularizadas mucho tiempo atrás por los griegos y quedaron como legado, al parecer, hasta hoy.

Las competencias deportivas eran, para el siglo I, verdaderas fiestas populares, y se practicaban  en todas las ciudades del imperio romano.

En Grecia el deporte es considerado como algo vital, un deber del ciudadano, esencial en la formación del hombre, una actividad agonística en si misma para la propia superación de creación humana, en Roma el deporte se aleja de este sentido humanista acercándose a otro diametralmente opuesto. En Roma el deporte será un elemento entendido sobre todo como una diversión social, concibiéndolo como espectáculo público por y para el Estado[1].

Pero la influencia mayor venía de Grecia para quienes el deporte no respondía exactamente al concepto actual, era mucho más valioso para ellos y recogía un amplio espectro de valores:

1.     El culto al cuerpo.
2.     La preparación psicológica para la competición. Eran pueblos guerreros y las competencias desarrollaban habilidades útiles para una guerra que era cuerpo a cuerpo.
3.     También se utilizaban para rendir respeto y culto a los dioses. Al parecer, esto imprimía mayor ánimo al atleta pues aportaba lo que todo griego deseaba: un hombre perfecto: καλòς καὶ ἀγαθóς (kalòs kaì agathós) es decir, "bello y bueno". Esta misma premisa fue adoptada por los romanos en su mens sana in corpore sano pero en realidad el origen reside en el ideal griego de perfección.

Para los griegos esta realidad era reflejo de otra, la celestial. De modo que si eran bellos y buenos aquí, significaba que en el plano celestial estaban en buena posición, es decir, recibían algo así como un halo de santidad. Es decir, estaban más cerca de Dios que Él era el absoluto Bello y bueno.

Los juegos más importantes eran los Olímpicos, aunque no eran los únicos juegos panhelénicos que se celebraban, pero sí el más importante de los cuatro que se celebraban, pues estaba dedicado a Zeus Olímpico.

Es decir, las Olimpiadas no eran una celebración sólo deportiva sino sagrada. Y el que llegaba a la meta se acercaba a lo divino.

Las otras tres Polis (ciudades) eran:

- Delfos: que celebraba los Juegos Píticos, en honor de Apolo, que mató a la serpiente Pitón.
- Corinto: los juegos Ístmicos (fundados por Sísifo; o por Teseo en honor de su padre Posidón), y
- Nemea con sus Juegos Nemeos, fundados por Heracles para conmemorar su victoria sobre el león (aunque la tradición más antigua dice que eran en honor del príncipe Arquemoro).

Tipos de competencias
Su  programa estaba constituido por pruebas actualmente conocidas: carreras, salto, lanzamientos de disco y jabalina, lucha, boxeo (pugilismo), pancracio[2] y carreras de carros y de caballos.

Otros de los juegos que agregaron los romanos fueron las luchas de los gladiadores, sangrientas luchas cuyo vencedor recibía beneficios económicos, a pesar de que este fuese esclavo. De hecho, sus amos se enriquecían y llevaban a los gladiadores a diversas plazas, tal como ahora existe el mercado de los jugadores de futbol[3].

La motivación de los atletas

Si un vencedor en cualquiera de estas ciudades era importante, el VENCEDOR ABSOLUTO de las cuatro sedes era convertido en héroe nacional , recibiendo el nombre de περιοδονικής (periodonikés), esto es "ganador del circuito".

Premios

Los ganadores recibían:
·      La ovación y el aplauso de los espectadores presentes en los estadios;
·      Los atletas eran condecorados con coronas de laurel y
·      Ganaban el derecho a tener una estatua en vida.
·      En algunos casos, los atletas vencedores recibían una renta vitalicia por parte de los estados griegos, debido a la simpatía que les proporcionaba a las divinidades.
Origen de los Olímpicos

Según una leyenda citada por Píndaro, fue Heracles quien llamó "Juegos Olímpicos" a una serie de eventos deportivos en honor a su padre Zeus.

·      Los primeros juegos Olímpicos de los que se tienen constancia escrita transcurren durante el año 776 a.C. fecha que se empleará para datar acontecimientos (al igual que los romanos tomaban la de la fundación de Roma o la del consulado anual).
·      Las pruebas olímpicas celebradas cada cuatro años son en un principio de carácter regional y únicamente se deja participar a ciudadanos griegos libres varones; pues estaban vetadas a las mujeres casadas.
·      Los atletas son los que deben correr con el gasto de la estancia y el viaje o en su defecto la población a la que representan.
·      Posteriormente los juegos fueron más flexibles y dejaron participar a los habitantes de las colonias griegas del Mediterráneo como es el caso de Sicilia haciendo con ello que la difusión de estos juegos fuera mayor y por lo tanto su popularidad.
·      Su importancia en el mundo griego era tan grande que durante la celebración de los juegos (un mes después del solsticio de verano) se paralizaba cualquier enfrentamiento bélico.

La última olimpiada
La última olimpiada de la antigüedad,  fue la del año 394, ya en la era Cristiana. Fueron prohibidos por el emperador romano Teodosio I por considerarlos un espectáculo pagano y ordenó eliminar dicha celebración. Este mismo emperador fue quien el 27 febrero del año 380 convirtió al cristianismo en la religión exclusiva del Imperio Romano, por un decreto imperial.


Pablo y los deportes
Como podemos ver, los deportes eran tan populares como hoy en día. Y seguramente trastornaba, la vida cotidiana. Pablo, desde su natal Tarso, deber haber visto este fenómeno con detenimiento y aprendió mucho del tema, conocimiento que después le fue útil para explicar, a través de sus cartas, aspectos esenciales de la vida cristiana. Y como él, principalmente, trabajaba con los gentiles, y muchos de ellos habían al menos visto alguna competencia; y algunos otros, seguramente, eran atletas. Además, el ejercicio físico era bien visto, como hoy.

Sabía que el entrenamiento debe ser disciplinado rechazando cualquier actividad que dañe el desempeño

Rechaza las leyendas profanas y otros mitos semejantes. Más bien, ejercítate en la piedad, pues aunque el ejercicio físico trae algún provecho, la piedad es útil para todo, ya que incluye una promesa no sólo para la vida presente sino también para la venidera.
1a Timoteo 4.7-8 NVI 

Versión Reina Valera 60
7 Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad;
8 porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.

El ejercicio del cristiano debe ser en el duro gimnasio de la piedad. En un diccionario dice acerca de esta palabra:
1.     eusebeia(εὐσέβεια, G2150) , de eu, bien, y sebomai, ser devoto, denota aquella piedad que, caracterizada por una actitud en pos de Dios, hace aquello que le es agradable a Él.
2.     Este y el verbo y adverbio correspondientes (véase más abajo) son frecuentes en las Epístolas Pastorales, pero no aparecen en las Epístolas anteriores de Pablo. El apóstol Pedro utiliza el nombre cuatro veces en su 2ª Epístola (2 P 1.3, 6,7; 3.11). Los otros pasajes en que aparece son Hch 3.12; 1 Ti 2.2; 3.16; 4.7,8; 6.3,5,6,11; 2 Ti 3.5; Tit 1.1. En 1 Ti 6.3: «la doctrina que es conforme a la piedad» significa aquella que es coherente con la piedad, en contraste a las falsas enseñanzas; en Tit 1.1: «la verdad que es según la piedad» es aquella que produce piedad; en 1 Ti 3.16: «el misterio de la piedad» es la piedad en su incorporación en, y comunicada mediante, las verdades de la fe con respecto a Cristo; en 2 P 3.11 se encuentra en plural, significando acciones piadosas.[4]

Sabía que muchos atletas, particularmente los gladiadores, no eran dueños de sus cuerpos. Y debían ser responsable de ello.
¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.
1a Corintio 6.19-20 NVI

Versión Reina Valera 60
19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

Hoy se proclama mucho la decisión de hacer con el cuerpo lo que uno decida. Pero no es así, y mucho menos los cristianos. Este cuerpo es un vehículo que Dios nos proporcionó, pero suyo es. Por ello Pablo usaba dos adjetivos para sí mismo “Siervo de Jesucristo” o “Esclavo de Jesucristo”. Pues nos compró con su sangre y debemos honrarlo cuidando nuestro cuerpo.

Sabía cuál debía ser la actitud del deportista
Filipenses 3.12-14
No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Un corredor que voltea a ver a su compañero pierde el paso, se desconcentra. Y un descuido mínimo puede ser fatal. Por ello, sin dejar de focalizar la meta correr dando todo.

Sabía que los deportistas  tenía un enorme público que asistía que los iba a ver.
Hebreos 12.1 RV95
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, ...

Quizá pocos nos damos cuenta que somos espectáculo para el mundo. Tan pronto saben que somos cristianos nos observan detenidamente. Más de uno se ha convertido por ello. En estas circunstancias, como los deportistas buscan ropa ligera, tenis ligeros, el cristianos también debe quitarse los zapatos que estorban el caminar de nuestros pies, y la ropa (las costumbres) para correr sin atender a las solicitudes del mundo.

Sabía de las técnicas de la lucha
1a Timoteo 6.11-12 RV95
Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.

El entrenamiento de los deportistas no consiste en practicar sino en “echar mano” de las técnicas, entre mejor sepa los trucos del oficio, mejor será. Estas son sus armas secretas. El cristiano igual, tiene ciertas herramientas fundamentales a las cuales puede echar mano: la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Y la más importante: La vida eterna.

Sabía que había reglas estrictas imperantes en las justas
2a Timoteo 2.5 RV95
Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.

Nosotros, los cristianos, debemos luchar legítimamente, sin trampas, porque Dios no puede ser burlado. En aquel tiempo, dice el Señor muchos me dirán Señor, Señor, no hicimos… Y yo les contestaré: no os conozco, hacedores de maldad.

En 1 Corintios 9: 24-27 es el pasaje más elocuente del conocimiento del apóstol de las técnicas deportivas, las cuales le pueden ser de gran utilidad al cristiano, pues indica varios aspectos del deporte que bien debemos apropiarnos.

Sabía del esfuerzo y la actitud ganadora de los competidores y que se coronaba sólo uno.
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis?
1ª. de Corintios 9:24
Han dicho, todos los que van a las Olimpiadas no van a perder. Una actitud similar debemos tener. No corremos la carrera cristiana haciendo lo mínimo y que el Señor tenga misericordia de nuestras faltas, sino por el contrario, correr como quien quiere la medalla de oro. Es lógico pensar que los grandes héroes de la fe relatados en la Biblia y en la historia de la iglesia, tendrá premios gloriosos y lugares privilegiados.

Sabía de la ruda disciplina de los atletas para ganar y cuál era su motivación
Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible.

25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. RV

Los premios, terrenales o celestiales, no se ganan durmiendo. Disciplina, trabajo duro y constantes son importantes. Estamos en una guerra permanente contra el pecado y contra las huestes celestiales (Efesios 6:12 dice: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”). Estas referencias al deporte y su disciplina enseñan al cristiano como debe disciplinarse y entrenar, leyendo todos los días su Biblia, reflexionando, orando por sí mismo y por otros, procurando obedecer.

Sabía de las técnicas de los luchadores y del boxeo y su durísima disciplina.
Así pues, yo corro, no como a la ventura; y ejerzo el pugilato, no como dando golpes en el vacío, sino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo proclamado a los demás, resulte yo mismo descalificado".

26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,
27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado. RV

Hoy dicen los comentaristas deportivos a un boxeador que a la mitad de la pelea se le ve cansado “le faltó gimnasio”. Igual el cristiano y todos, no sólo los que presiden, deben entrenar duro y no “como dando golpes al vacío”, sino acertando y derribando al pecado.

Sabía que un atleta necesitaba la orientación de los expertos
Gálatas 2:2
2 Pero subí según una revelación, y para no correr o haber corrido en vano, expuse en privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que predico entre los gentiles.

Un buen deportista busca un entrenado experto que lo vaya guiando, que observe (lo él mismo no puede) sus movimientos y en dónde debe corregir.

Sabía que los tropiezos de un atleta puede tener obstáculos (como las vallas) que hay que saber sortear.
Gálatas 5:7
Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?

Como corredores debemos despejar la pista. Obstáculos, en nuestra carrera, hay muchos. Los enemigos viven dentro. Porque lo que quiero hacer no hay y encuentro que hay una ley que gobierna mis miembros, escribe Pablo en Romanos 7.

Sabía la frustración de un entrenador cuando su entrenado falla
Filipenses 2:15-16
"…para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
16 asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado”.

Sabía que para ser ganador un atleta debía someterse a una dura y constante disciplina si se quería ser ganador
Filipenses 3:12
 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.

La actitud de un deportista no es confiarse a cierta altura de la competencia cuando ve a sus competidores lejanos, no bajar la guardia, dicen en el box, sino continuar con el mismo pulso. No, no vamos a perder la salvación por la cual fuimos sellados, pero no habremos corrido una carrera digna. Dios nos dotó a cada quien de un potencial y de ciertos dones, que debemos entregar multiplicados al Señor.

Sabía la importancia de la conciencia de estar siempre en competencia y no confiarse y estar siempre concentrado.
Filipenses 3:13
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante…

Y si no quedó claro el versículo anterior, reitera con otras palabras la misma idea: “No pretendo haberlo alcanzado…” ¿Hay cosas de nuestro pasado que nos frenan? ¿Pecados inconfesables ocultos? ¿Familiares terribles? Pablo cargaba con un pasado ciertamente nada glorioso, como el perseguir a la iglesia y consentir el asesinato del Esteban…

Sabía que el atleta nunca pierde la conciencia de la meta
Filipenses 3:14
“…prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.

Y como buen atleta, que corre aunque sea la maratón, con la meta, es decir, con el lugar en dónde debe llegar. Y no importa si quedé atrás, prosiguen a la meta aun con miembros dañados. ¿No debiesen ser así los hijos de Dios? Aunque caigamos una y otra vez, levantémonos y prosigamos a la Meta, al SUPREMO LLAMAMIENTO DE DIOS.

Sabía de la importancia emocional (la actitud) en toda la competencia
Filipenses 3:15
Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios.

Sabía que no pueden haber descanso en el camino, pero si por alguna causa detiene su carrera, no debe retroceder sino desde ese punto proseguir.
Filipenses 3:16-17
Por lo demás, desde el punto a donde hayamos llegado, sigamos adelante.
Hermanos, sed imitadores míos, y fijaos en los que viven según el modelo que tenéis en nosotros.

16 Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa.
17 Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.

Y si en el camino nos fatigamos y tenemos que hacer un alto, NO retrocedamos. “Desde el punto a donde hayamos llegado, sigamos adelante”, dice una versión. Ellos se pusieron así mismos como ejemplo.

Sabía que todo deportista sabe cuando ha hecho un buen papel.
2 Timoteo 4:7
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

Cuando la competencia termina, quien ha hecho una buena carrera lo sabe. Se ve su rostro de satisfacción. Luego, feliz, saluda a los espectadores. Es la misma sensación que vemos en Pablo. Aunque no brinca de gozo y saluda al público que aún lo ve a través de sus cartas y a las huestes celestiales, hay esa serenidad del deber cumplido.

Sabía que un buen esfuerzo, sin escatimar nada, tiene siempre una buena recompensa
2 Timoteo 4:8
Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

Esta es pues la satisfacción de un corredor de fondo que no escatimó recursos, que expuso su vida, alguien que dijo “No estimo para mi preciosa mi vida”.

Corramos pues de esta manera, con paciencia, la mejor carrera del mundo en la mejor competencia del mundo, la carrera al cielo.


[1]  Hernández Vázquez, Manuel, el juego deportivo en las culturas urbanas plenas: roma, Museo del Juego, 2009.

[2] El término pancracio (griego antiguo πανκράτιον/pankrátion, todos poderes o todas habilidades) se utiliza hoy en día como sinónimo de lucha libre profesional. En la Antigua Grecia, sin embargo, era una competición deportiva de los Juegos Olímpicos Antiguos, una combinación de boxeo griego antiguo, lucha y sumisiones, un antecesor de las artes marciales mixtas modernas.
[3] http://www.monografias.com/trabajos40/deporte-grecia-antigua/deporte-grecia-antigua.shtml#ixzz4HH9i20JJ
[4] http://www.soloporgracia.com.mx/piedad.html

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