sábado, 10 de diciembre de 2016

¿QUÉ SABÍA EL APÓSTOL PABLO DE DEPORTES?


Observando los Juegos Olímpico, recordé que el apóstol Pablo tiene varias referencias al deporte en sus cartas y me pregunté ¿Era el apóstol Pablo un aficionado a los deportes? ¿Tenía algún ídolo deportivo o un equipo favorito? ¿Le iba a algún equipo? No lo sabemos, sólo que hace referencia a las justas deportivas en sus cartas. Por ello,  quizá debemos preguntarnos ¿Qué sabía en apóstol Pablo de deportes? Y si sabía algo ¿para qué le servía en su ministerio? ¿Por qué uso la terminología deportiva para ilustrar el modo de obrar en el camino del Señor?

Como el señor Jesús, que usaba cosas cotidianas para ilustrar las grandes verdades espirituales, Pablo usó así mismo los deportes y las actividades militares. El deporte, seguramente, envolvía y generaba pasiones y nadie estaba exento. Había un conocimiento común y un lenguaje común que el apóstol aprovechó para hacer más claras y vívidas sus enseñanzas.

Pero para contextualizar mejor sus referencias deportivas,  tendríamos que ver qué y cómo eran los deportes en los tiempo de Pablo.

En la región donde Pablo vivía las competencias deportivas tuvieron una gran importancia. Fueron creadas y popularizadas mucho tiempo atrás por los griegos y quedaron como legado, al parecer, hasta hoy.

Las competencias deportivas eran, para el siglo I, verdaderas fiestas populares, y se practicaban  en todas las ciudades del imperio romano.

En Grecia el deporte es considerado como algo vital, un deber del ciudadano, esencial en la formación del hombre, una actividad agonística en si misma para la propia superación de creación humana, en Roma el deporte se aleja de este sentido humanista acercándose a otro diametralmente opuesto. En Roma el deporte será un elemento entendido sobre todo como una diversión social, concibiéndolo como espectáculo público por y para el Estado[1].

Pero la influencia mayor venía de Grecia para quienes el deporte no respondía exactamente al concepto actual, era mucho más valioso para ellos y recogía un amplio espectro de valores:

1.     El culto al cuerpo.
2.     La preparación psicológica para la competición. Eran pueblos guerreros y las competencias desarrollaban habilidades útiles para una guerra que era cuerpo a cuerpo.
3.     También se utilizaban para rendir respeto y culto a los dioses. Al parecer, esto imprimía mayor ánimo al atleta pues aportaba lo que todo griego deseaba: un hombre perfecto: καλòς καὶ ἀγαθóς (kalòs kaì agathós) es decir, "bello y bueno". Esta misma premisa fue adoptada por los romanos en su mens sana in corpore sano pero en realidad el origen reside en el ideal griego de perfección.

Para los griegos esta realidad era reflejo de otra, la celestial. De modo que si eran bellos y buenos aquí, significaba que en el plano celestial estaban en buena posición, es decir, recibían algo así como un halo de santidad. Es decir, estaban más cerca de Dios que Él era el absoluto Bello y bueno.

Los juegos más importantes eran los Olímpicos, aunque no eran los únicos juegos panhelénicos que se celebraban, pero sí el más importante de los cuatro que se celebraban, pues estaba dedicado a Zeus Olímpico.

Es decir, las Olimpiadas no eran una celebración sólo deportiva sino sagrada. Y el que llegaba a la meta se acercaba a lo divino.

Las otras tres Polis (ciudades) eran:

- Delfos: que celebraba los Juegos Píticos, en honor de Apolo, que mató a la serpiente Pitón.
- Corinto: los juegos Ístmicos (fundados por Sísifo; o por Teseo en honor de su padre Posidón), y
- Nemea con sus Juegos Nemeos, fundados por Heracles para conmemorar su victoria sobre el león (aunque la tradición más antigua dice que eran en honor del príncipe Arquemoro).

Tipos de competencias
Su  programa estaba constituido por pruebas actualmente conocidas: carreras, salto, lanzamientos de disco y jabalina, lucha, boxeo (pugilismo), pancracio[2] y carreras de carros y de caballos.

Otros de los juegos que agregaron los romanos fueron las luchas de los gladiadores, sangrientas luchas cuyo vencedor recibía beneficios económicos, a pesar de que este fuese esclavo. De hecho, sus amos se enriquecían y llevaban a los gladiadores a diversas plazas, tal como ahora existe el mercado de los jugadores de futbol[3].

La motivación de los atletas

Si un vencedor en cualquiera de estas ciudades era importante, el VENCEDOR ABSOLUTO de las cuatro sedes era convertido en héroe nacional , recibiendo el nombre de περιοδονικής (periodonikés), esto es "ganador del circuito".

Premios

Los ganadores recibían:
·      La ovación y el aplauso de los espectadores presentes en los estadios;
·      Los atletas eran condecorados con coronas de laurel y
·      Ganaban el derecho a tener una estatua en vida.
·      En algunos casos, los atletas vencedores recibían una renta vitalicia por parte de los estados griegos, debido a la simpatía que les proporcionaba a las divinidades.
Origen de los Olímpicos

Según una leyenda citada por Píndaro, fue Heracles quien llamó "Juegos Olímpicos" a una serie de eventos deportivos en honor a su padre Zeus.

·      Los primeros juegos Olímpicos de los que se tienen constancia escrita transcurren durante el año 776 a.C. fecha que se empleará para datar acontecimientos (al igual que los romanos tomaban la de la fundación de Roma o la del consulado anual).
·      Las pruebas olímpicas celebradas cada cuatro años son en un principio de carácter regional y únicamente se deja participar a ciudadanos griegos libres varones; pues estaban vetadas a las mujeres casadas.
·      Los atletas son los que deben correr con el gasto de la estancia y el viaje o en su defecto la población a la que representan.
·      Posteriormente los juegos fueron más flexibles y dejaron participar a los habitantes de las colonias griegas del Mediterráneo como es el caso de Sicilia haciendo con ello que la difusión de estos juegos fuera mayor y por lo tanto su popularidad.
·      Su importancia en el mundo griego era tan grande que durante la celebración de los juegos (un mes después del solsticio de verano) se paralizaba cualquier enfrentamiento bélico.

La última olimpiada
La última olimpiada de la antigüedad,  fue la del año 394, ya en la era Cristiana. Fueron prohibidos por el emperador romano Teodosio I por considerarlos un espectáculo pagano y ordenó eliminar dicha celebración. Este mismo emperador fue quien el 27 febrero del año 380 convirtió al cristianismo en la religión exclusiva del Imperio Romano, por un decreto imperial.


Pablo y los deportes
Como podemos ver, los deportes eran tan populares como hoy en día. Y seguramente trastornaba, la vida cotidiana. Pablo, desde su natal Tarso, deber haber visto este fenómeno con detenimiento y aprendió mucho del tema, conocimiento que después le fue útil para explicar, a través de sus cartas, aspectos esenciales de la vida cristiana. Y como él, principalmente, trabajaba con los gentiles, y muchos de ellos habían al menos visto alguna competencia; y algunos otros, seguramente, eran atletas. Además, el ejercicio físico era bien visto, como hoy.

Sabía que el entrenamiento debe ser disciplinado rechazando cualquier actividad que dañe el desempeño

Rechaza las leyendas profanas y otros mitos semejantes. Más bien, ejercítate en la piedad, pues aunque el ejercicio físico trae algún provecho, la piedad es útil para todo, ya que incluye una promesa no sólo para la vida presente sino también para la venidera.
1a Timoteo 4.7-8 NVI 

Versión Reina Valera 60
7 Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad;
8 porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.

El ejercicio del cristiano debe ser en el duro gimnasio de la piedad. En un diccionario dice acerca de esta palabra:
1.     eusebeia(εὐσέβεια, G2150) , de eu, bien, y sebomai, ser devoto, denota aquella piedad que, caracterizada por una actitud en pos de Dios, hace aquello que le es agradable a Él.
2.     Este y el verbo y adverbio correspondientes (véase más abajo) son frecuentes en las Epístolas Pastorales, pero no aparecen en las Epístolas anteriores de Pablo. El apóstol Pedro utiliza el nombre cuatro veces en su 2ª Epístola (2 P 1.3, 6,7; 3.11). Los otros pasajes en que aparece son Hch 3.12; 1 Ti 2.2; 3.16; 4.7,8; 6.3,5,6,11; 2 Ti 3.5; Tit 1.1. En 1 Ti 6.3: «la doctrina que es conforme a la piedad» significa aquella que es coherente con la piedad, en contraste a las falsas enseñanzas; en Tit 1.1: «la verdad que es según la piedad» es aquella que produce piedad; en 1 Ti 3.16: «el misterio de la piedad» es la piedad en su incorporación en, y comunicada mediante, las verdades de la fe con respecto a Cristo; en 2 P 3.11 se encuentra en plural, significando acciones piadosas.[4]

Sabía que muchos atletas, particularmente los gladiadores, no eran dueños de sus cuerpos. Y debían ser responsable de ello.
¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.
1a Corintio 6.19-20 NVI

Versión Reina Valera 60
19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

Hoy se proclama mucho la decisión de hacer con el cuerpo lo que uno decida. Pero no es así, y mucho menos los cristianos. Este cuerpo es un vehículo que Dios nos proporcionó, pero suyo es. Por ello Pablo usaba dos adjetivos para sí mismo “Siervo de Jesucristo” o “Esclavo de Jesucristo”. Pues nos compró con su sangre y debemos honrarlo cuidando nuestro cuerpo.

Sabía cuál debía ser la actitud del deportista
Filipenses 3.12-14
No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Un corredor que voltea a ver a su compañero pierde el paso, se desconcentra. Y un descuido mínimo puede ser fatal. Por ello, sin dejar de focalizar la meta correr dando todo.

Sabía que los deportistas  tenía un enorme público que asistía que los iba a ver.
Hebreos 12.1 RV95
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, ...

Quizá pocos nos damos cuenta que somos espectáculo para el mundo. Tan pronto saben que somos cristianos nos observan detenidamente. Más de uno se ha convertido por ello. En estas circunstancias, como los deportistas buscan ropa ligera, tenis ligeros, el cristianos también debe quitarse los zapatos que estorban el caminar de nuestros pies, y la ropa (las costumbres) para correr sin atender a las solicitudes del mundo.

Sabía de las técnicas de la lucha
1a Timoteo 6.11-12 RV95
Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.

El entrenamiento de los deportistas no consiste en practicar sino en “echar mano” de las técnicas, entre mejor sepa los trucos del oficio, mejor será. Estas son sus armas secretas. El cristiano igual, tiene ciertas herramientas fundamentales a las cuales puede echar mano: la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Y la más importante: La vida eterna.

Sabía que había reglas estrictas imperantes en las justas
2a Timoteo 2.5 RV95
Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.

Nosotros, los cristianos, debemos luchar legítimamente, sin trampas, porque Dios no puede ser burlado. En aquel tiempo, dice el Señor muchos me dirán Señor, Señor, no hicimos… Y yo les contestaré: no os conozco, hacedores de maldad.

En 1 Corintios 9: 24-27 es el pasaje más elocuente del conocimiento del apóstol de las técnicas deportivas, las cuales le pueden ser de gran utilidad al cristiano, pues indica varios aspectos del deporte que bien debemos apropiarnos.

Sabía del esfuerzo y la actitud ganadora de los competidores y que se coronaba sólo uno.
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis?
1ª. de Corintios 9:24
Han dicho, todos los que van a las Olimpiadas no van a perder. Una actitud similar debemos tener. No corremos la carrera cristiana haciendo lo mínimo y que el Señor tenga misericordia de nuestras faltas, sino por el contrario, correr como quien quiere la medalla de oro. Es lógico pensar que los grandes héroes de la fe relatados en la Biblia y en la historia de la iglesia, tendrá premios gloriosos y lugares privilegiados.

Sabía de la ruda disciplina de los atletas para ganar y cuál era su motivación
Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible.

25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. RV

Los premios, terrenales o celestiales, no se ganan durmiendo. Disciplina, trabajo duro y constantes son importantes. Estamos en una guerra permanente contra el pecado y contra las huestes celestiales (Efesios 6:12 dice: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”). Estas referencias al deporte y su disciplina enseñan al cristiano como debe disciplinarse y entrenar, leyendo todos los días su Biblia, reflexionando, orando por sí mismo y por otros, procurando obedecer.

Sabía de las técnicas de los luchadores y del boxeo y su durísima disciplina.
Así pues, yo corro, no como a la ventura; y ejerzo el pugilato, no como dando golpes en el vacío, sino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo proclamado a los demás, resulte yo mismo descalificado".

26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,
27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado. RV

Hoy dicen los comentaristas deportivos a un boxeador que a la mitad de la pelea se le ve cansado “le faltó gimnasio”. Igual el cristiano y todos, no sólo los que presiden, deben entrenar duro y no “como dando golpes al vacío”, sino acertando y derribando al pecado.

Sabía que un atleta necesitaba la orientación de los expertos
Gálatas 2:2
2 Pero subí según una revelación, y para no correr o haber corrido en vano, expuse en privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que predico entre los gentiles.

Un buen deportista busca un entrenado experto que lo vaya guiando, que observe (lo él mismo no puede) sus movimientos y en dónde debe corregir.

Sabía que los tropiezos de un atleta puede tener obstáculos (como las vallas) que hay que saber sortear.
Gálatas 5:7
Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?

Como corredores debemos despejar la pista. Obstáculos, en nuestra carrera, hay muchos. Los enemigos viven dentro. Porque lo que quiero hacer no hay y encuentro que hay una ley que gobierna mis miembros, escribe Pablo en Romanos 7.

Sabía la frustración de un entrenador cuando su entrenado falla
Filipenses 2:15-16
"…para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
16 asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado”.

Sabía que para ser ganador un atleta debía someterse a una dura y constante disciplina si se quería ser ganador
Filipenses 3:12
 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.

La actitud de un deportista no es confiarse a cierta altura de la competencia cuando ve a sus competidores lejanos, no bajar la guardia, dicen en el box, sino continuar con el mismo pulso. No, no vamos a perder la salvación por la cual fuimos sellados, pero no habremos corrido una carrera digna. Dios nos dotó a cada quien de un potencial y de ciertos dones, que debemos entregar multiplicados al Señor.

Sabía la importancia de la conciencia de estar siempre en competencia y no confiarse y estar siempre concentrado.
Filipenses 3:13
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante…

Y si no quedó claro el versículo anterior, reitera con otras palabras la misma idea: “No pretendo haberlo alcanzado…” ¿Hay cosas de nuestro pasado que nos frenan? ¿Pecados inconfesables ocultos? ¿Familiares terribles? Pablo cargaba con un pasado ciertamente nada glorioso, como el perseguir a la iglesia y consentir el asesinato del Esteban…

Sabía que el atleta nunca pierde la conciencia de la meta
Filipenses 3:14
“…prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.

Y como buen atleta, que corre aunque sea la maratón, con la meta, es decir, con el lugar en dónde debe llegar. Y no importa si quedé atrás, prosiguen a la meta aun con miembros dañados. ¿No debiesen ser así los hijos de Dios? Aunque caigamos una y otra vez, levantémonos y prosigamos a la Meta, al SUPREMO LLAMAMIENTO DE DIOS.

Sabía de la importancia emocional (la actitud) en toda la competencia
Filipenses 3:15
Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios.

Sabía que no pueden haber descanso en el camino, pero si por alguna causa detiene su carrera, no debe retroceder sino desde ese punto proseguir.
Filipenses 3:16-17
Por lo demás, desde el punto a donde hayamos llegado, sigamos adelante.
Hermanos, sed imitadores míos, y fijaos en los que viven según el modelo que tenéis en nosotros.

16 Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa.
17 Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.

Y si en el camino nos fatigamos y tenemos que hacer un alto, NO retrocedamos. “Desde el punto a donde hayamos llegado, sigamos adelante”, dice una versión. Ellos se pusieron así mismos como ejemplo.

Sabía que todo deportista sabe cuando ha hecho un buen papel.
2 Timoteo 4:7
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

Cuando la competencia termina, quien ha hecho una buena carrera lo sabe. Se ve su rostro de satisfacción. Luego, feliz, saluda a los espectadores. Es la misma sensación que vemos en Pablo. Aunque no brinca de gozo y saluda al público que aún lo ve a través de sus cartas y a las huestes celestiales, hay esa serenidad del deber cumplido.

Sabía que un buen esfuerzo, sin escatimar nada, tiene siempre una buena recompensa
2 Timoteo 4:8
Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

Esta es pues la satisfacción de un corredor de fondo que no escatimó recursos, que expuso su vida, alguien que dijo “No estimo para mi preciosa mi vida”.

Corramos pues de esta manera, con paciencia, la mejor carrera del mundo en la mejor competencia del mundo, la carrera al cielo.


[1]  Hernández Vázquez, Manuel, el juego deportivo en las culturas urbanas plenas: roma, Museo del Juego, 2009.

[2] El término pancracio (griego antiguo πανκράτιον/pankrátion, todos poderes o todas habilidades) se utiliza hoy en día como sinónimo de lucha libre profesional. En la Antigua Grecia, sin embargo, era una competición deportiva de los Juegos Olímpicos Antiguos, una combinación de boxeo griego antiguo, lucha y sumisiones, un antecesor de las artes marciales mixtas modernas.
[3] http://www.monografias.com/trabajos40/deporte-grecia-antigua/deporte-grecia-antigua.shtml#ixzz4HH9i20JJ
[4] http://www.soloporgracia.com.mx/piedad.html

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