domingo, 15 de mayo de 2022

ESTUDIO SOBRE APOCALIPSIS 20: Los mil años


Jeremías Ramírez

El tema principal de este capítulo 20 es ese periodo de tiempo denominado “Milenio” y que ha sido causa de enorme discusión al grado de generar tres grupos: amileniaristas, premileniaristas y postmileniaristas, que han debatido su postura a lo largo de los dos mil años de historia de la iglesia. Y cada que nos enfrentamos a estas posturas nos preguntamos cuál es el enfoque correcto. 

Fuera de todo debate ocioso, como creyentes en Cristo (no en teólogos eruditos), sólo tenemos un camino: aceptar el texto bíblico tal y como está expresado, aunque nos cueste trabajo comprenderlo. 

Sin embargo, es nuestra obligación profundizar nuestra comprensión bajo la guía generosa del Espíritu Santo, quien promete darnos sabiduría a quien se lo pida (Santiago 1:5). Además, estamos obligados a transformar (profundizar) nuestra manera de pensar para comprobar la voluntad de Dios (Romanos 12:2) y no ser arrastrados por cualquier enseñanza ajena a la revelación que Él nos ha dejado en su Palabra. 

Por ello, dado que en este capítulo se abordan temas muy complejos, es necesario echar mano de todos los materiales disponibles, de una lectura atenta de la profecía y de la oración sincera.

ATADURA DE LA SERPIENTE ANTIGUA

1 Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. 

2 Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; 

3 y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.

Este periodo de Mil años inicia con un hecho capital que tiene una enorme relevancia en la Plan de Dios en la redención del hombre: la eliminación temporal de la influencia del mal para que el proceso de reordenación divina finalmente culmine de manera completa y perfecta.

Zacarías 13:2: “Y en aquel día, dice Jehová de los ejércitos, quitaré de la tierra los nombres de las imágenes, y nunca más serán recordados; y también haré cortar de la tierra a los profetas y al espíritu de inmundicia”.

Más adelante veremos el propósito de que sea desatado por un poco de tiempo.

EL JUICIO / TRONOS / JUECES /ALMAS DE LOS DECAPITADOS / PRIMERA RESURRECCIÓN (ÚLTIMA ETAPA)

4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. 

5 Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. 

6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.

LA RESURRECCIÓN: 

1 Corintios 15: 21-22: “Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados…”

PRIMERA RESURRECCIÓN:

1. TURNO: Cristo es la primicia de la resurrección: (1 Corintios 15:20): “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 

2. TURNO: Resurrección de los que son de Cristo:

(1 Corintios 15:23): “Pero cada uno en su debido orden: 1) Cristo, las primicias; 2) luego los que son de Cristo, en su venida”.

1 Corintios 15:42-44: “Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.

1 Corintios 15:51-54: “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria”.

¿Por qué van a resucitar? Para vivir con Cristo y juzgar al mundo.

1 Corintios 6:2-3: “¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?

1 Tesalonicenses 4:16-17): “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.

3. TURNO: Resurrección de los muertos por Cristo en la TRIBULACIÓN (Apocalipsis 20:4).

Resurrección de los justos (Lucas 14:14): “…y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos”.

Bienaventurados y santos (Apocalipsis 20:6): “Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años”.

Resucitarán para vida eterna (Juan 5:28-29): “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”.

SEGUNDA RESURRECCIÓN:

Resucitarán después del reino milenial y será para condenación:

(Juan 5:28-29): “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”.

De modo que, afirma Iván Barchuck, “Todos los santos que estarán viviendo en el Reino Milenial no morirán sino que serán transformados.” 

ETAPAS DE LA SALVACIÓN (DISPENSACIONES)

I. Periodo del paraíso: Adán y Eva. Inicio del problema.

II. Periodo del libre albedrío: De la caída hasta el Diluvio. En este periodo no se implantó ninguna ley humana o derecho del hombre sobre los demás; tampoco fue dado mandamiento alguno. Y prevaleció una anarquía total, pues seguían los dictados de su conciencia. Y se manifestó el peor libertinaje. Este periodo destruye la idea de que el hombre puede controlarse por sí mismo y conducirme moralmente.

III. Periodo del señorío del hombre sobre el hombre. Desde el diluvio hasta Abraham. Unos 427 años, cuando la anarquía fue eliminada con la introducción de la ley las leyes de los diversos imperios, que castigaba la transgresión hasta con la muerte: 

Génesis 9:6: “…El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre”. 

Romanos 13:3-4: “ Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo”.

1 Pedro 2:14: “…ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien”.

Y además de las leyes instauran formas organizadas de administración pública:

Fue establecida la primera nación y consituido el primer rey (Génesis 10:9-10: “Este fue vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová. Y fue el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar.”).

Entonces los hombres comenzaron a obrar en forma organizada. Génesis 11:1-6 narra como esta forma de obrar los llevó a construir la torre de Babel.

Pero así como ante el periodo de la conciencia los hombres perdieron la conciencia así en este periodo la autoridad fue convertida en despotismo, en explotación inmisericorde y en dictadura. Esto lleva a que naciones, como la griega, a que desarrollen estrategias más equilibradas como la democracia, pero que, a pesar de sus bondades, nunca ha logrado implantar la justicia social. 

Estos esfuerzos sólo han demostrado que sin Dios los que tienen dominio nada pueden hacer. 

IV. Periodo de los patriarcal o periodo de la fe. Desde Abraham a Moisés. Dios comienza a intervenir más cerca del hombre. El papel principal lo asumió no sólo la conciencia sino confianza en Dios (Génesis 15:6: “Creyó y le fue contado por justicia”). Pero este periodo puso de manifiesto que no es suficiente tener buenos padres. Un ejemplo son los hijos de Jacob, que incluso vendieron a José por envidia.

V. Periodo de la ley: Desde Moisés hasta Cristo. Cuando la fe de los patriarcas no fue recibida y para que los hombres no tengan excusas, Dios, a través de Moisés, dictó leyes específicas y precisas para que los hombres supieran con precisión lo bueno y lo malo y lo que el Señor exigía del ser humano. 

La ley vino a demostrar la impotencia del hombre para cumplirla, pues su inclinación al mal es mucho más poderosa que el deseo de satisfacer las exigencias de Dios y de su alma.

VI. Periodo de la iglesia (Gracia y del evangelio). De Cristo hasta la Segunda Venida de Cristo. Aquí quedó abolida la parte ritual y ceremonial de la ley y la parte moral-espiritual sufrió fuertes cambios. Y finalmente el ser humano (los que creyeron, los que aceptaron a Cristo) pudo comprobar que las expectativas de Dios se pueden cumplir cuando se vive en Cristo y es guiado y energizado por su Espíritu.

VII. PERIODO MILENIAL, con un visible y real reinado divino.

El objetivo del periodo final. 

Eclesiastés 1:10: “¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido”.

Desde el momento que el hombres se alejó de Dios y sus descendientes se fueron tras Satanás, la humanidad nunca ha sido satisfecha y ha buscado afanosamente como remediar el problema del mal. Y para ello, desde tiempos inmemoriales, ha propuesto diversas estrategias (que se practican hasta ahora) sin encontrar la solución.

Vemos algunas explicaciones y el por qué de su fracaso. 

Si Adán y Eva no hubieran pecado, todos estariamos en el Paraíso…

La causa de todo mal se debe a las desfavorables condiciones sociales. El marxismo en esta idea basa su análisis social.

Si existe Dios y el es bueno, por qué no erradica el mal.

Muchos piensan que cuando surgió el hombre en el tierra vivió una EDAD DE ORO en el que como inocente no había el mal. Russeau habla del hombre de “El Buen salvaje” y de él han derivado personajes de historieta como Tarzán.

El Milenio, según Ivan Barchuk, servirá como documento en el juicio final para demostrar que sin Dios el hombre tiene al mal y a la destrucción, su incapacidad y para eliminar toda justificacion, pues:

Presentará testigos (ángeles y personas):

Descubrirá la hipocrecía de los hombres y su astucia para justificarse

Descubrir que quienes tienen a Dios, aunque vivan en medio de demonios, no se contaminan del mal.

Que la influencia de Satanás no es la causa de la maldad humana.

Formas y aspectos del reino milenial:

Cristo será el rey sobre todos los pueblos:

Isaías 24:23: “La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso”.

Lucas 1:32-33: “Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin”.

Jeremías 30:9: “…sino que servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré”.

Ezequiel 37:24-25: “Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra. 25 Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre.

Oseas 3:5: “Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días”.

Otros pueblos tendrán sus gobiernos: Apocalipsis 21:24: “Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella”.

Pero el control será de los santos de Israel (Daniel 7:27): “…y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán”.

La iglesia tendrá con Cristo el gobierno cumbre (Apocalipsis 5:9-10): “…y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”.

Por lo anterior, se verá como nunca se ha visto en la historia humana que todos serán gobernados con justicia férrea (Apocalipsis 2:26-27: “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, 27 y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre…” Apocalipsis: 12:9: “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.”)

Los santos juzgarán a los impíos: (Proverbios 29:2: “Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra, mas cuando domina el impío, el pueblo gime”.) 

(Daniel 7:22: “hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino”.) 

1 Corintios 6:2-4): “¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? 3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? 4 Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia?”

De modo que todos los gobiernos y todos los gobernantes serán santos.

Centro del gobierno:

Será Jerusalén: Isaías 2:3: “Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová”.

Ezequiel 48:35 : “En derredor tendrá dieciocho mil cañas. Y el nombre de la ciudad desde aquel día será Jehová-sama”. 

Por ello, en el reinado de Cristo la humanidad finalmente descansará.

La superficie terrestre

No sabemos los cambios que sufrirá ls superficie pero serán grandes:

Miqueas 1:3-4: “Porque he aquí, Jehová sale de su lugar, y descenderá y hollará las alturas de la tierra. 4 Y se derretirán los montes debajo de él, y los valles se hendirán como la cera delante del fuego, como las aguas que corren por un precipicio”.

Apocalipsis 6:14: “Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar”.

Apocalipsis 16:18-20: “Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra. Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira. 20 Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.

Zacarías 14:4: “Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.” 

Zacarías 14: 10-11: “Toda la tierra se volverá como llanura desde Geba hasta Rimón al sur de Jerusalén; y esta será enaltecida, y habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta del Ángulo, y desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey. 11 Y morarán en ella, y no habrá nunca más maldición, sino que Jerusalén será habitada confiadamente.

La tierra se tornará fértil; Isaías 35:1-2: “Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro.

Isaías 55:13: “En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.

Palestina cambiará (Ezequiel 47:8-12): “Y me dijo: Estas aguas salen a la región del oriente, y descenderán al Arabá, y entrarán en el mar; y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas. Y toda alma viviente que nadare por dondequiera que entraren estos dos ríos, vivirá; y habrá muchísimos peces por haber entrado allá estas aguas, y recibirán sanidad; y vivirá todo lo que entrare en este río. Y junto a él estarán los pescadores, y desde En-gadi hasta En-eglaim será su tendedero de redes; y por sus especies serán los peces tan numerosos como los peces del Mar Grande. Sus pantanos y sus lagunas no se sanearán; quedarán para salinas. Y junto al río, en la ribera, a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. A su tiempo madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina”.

Apocalipsis 22:1-2: “Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.

La luz se volverá más clara (Isaías 30:26): “Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que vendare Jehová la herida de su pueblo, y curare la llaga que él causó”.

Periodo de vida de los hombres

No habrá muerte para los santos 

Isaías 65:22: “No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos”. 

Zacarías 8:4: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Aún han de morar ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén, cada cual con bordón en su mano por la multitud de los días”.

Cambios en el mundo animal

Desaparecerá la ferocidad y la depredación; 

Isaías 11:6-9: “…Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. 7 La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. 8 Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. 9 No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar”.

Génesis 3:16-18: “A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido,[a] y él se enseñoreará de ti. 17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.

Cambios en el reino de la vida espiritual

Los espíritus satánicos serán distituidos de la tierra (Zacarías 13:2): “Y en aquel día, dice Jehová de los ejércitos, quitaré de la tierra los nombres de las imágenes, y nunca más serán recordados; y también haré cortar de la tierra a los profetas y al espíritu de inmundicia”.

El espacio será limpiado de espíritus malos (Efesios 6:12): “

Job 15:15: “He aquí, en sus santos no confía. Y ni aun los cielos son limpios delante de sus ojos;

Isaías 65: 24-25: “No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos.

Jeremías 31:31-34: “He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

Y se llenará la tierra de conocimiento de Dios: “Isaías 11:9: “No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar”.

Ciudadanos del reino milenial

Todos los santos del AT

Todos los santos del NT

Todos los mártires del pueblo hebreo y de la primera mitad de la semana (Apocalipsis 6:9-10): “

Los 144 mil (Apocalipsis 7.1-8: “

Los hermanos del los hebreos muertos anteriormente (Apocalipsis 6:11): “

El resto de los descendientes de la mujer que huyó al desierto (Apocalipsis 12:17: “

Representantes entre los pueblos gentiles (Apocalipsis 7: 9-17): “

Todos los pueblos que no hayan participado en la batalla contra Dios

Que no hayan recibido la señal del anticristo.

Y que hayan mostrado misericordia hacia los perseguidos hijos de Dios (Mateo 25:37-40)

Relaciones entre los pueblos

Los hebreos estarán al frente de todos los pueblos (Deuteronomio 28:13: “Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas…”

Zacarías 12:10: “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.

Zacarías 8:22-23: “Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Jehová. Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.

Desaparecerá la enemistad y la guerra entre los pueblos (Isaías 2:4: “Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.

Miqueas 4:3-5: “Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. 4 Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.

JUICIO FINAL / SATANÁS LIBERADO TRAS EL MILENIO Y DERROTA DEFINITIVA 

/ GOG Y MAGOG

7 Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, 

8 y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. 

9 Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. 

Cuando llegamos a este pasaje es probable que nos preguntemos por qué Dios suelta a Satanás de vuelta si ya había control y paz en la tierra. Pero qué necesidad.

Objetivos:

Rebelar la naturaleza incorregible de Satanás lo cual justifica su condenación final

Que un sector del ser humano es como Satanás: incorregible (Más los hombre amaron más las tinieblas que la luz). Digámos que es la última demostración y la posibilidad de limpiar ahora si y para siempre a la humanidad del mal y de la tentación del mal que inicio en huerto del Edén.

Por ello la destrucción será terrible, fulminante y definitiva

GOG Y MAGOG (EZEQUIEL 37 Y 38)

Sublevación de los pueblos

8 y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. 

¿Quién es Gog y Magog? 

Gog. La transliteración del nombre hebreo Gog en el idioma acadio y sumerio es Gugu y Gug respectivamente y tiene varios significados, entre ellos: tinieblas, techo, jefe, alto y con el prefijo Ma, lugar alto o tierra tenebrosa de donde vienen los escritas.

Magog es el nombre del segundo hijo de Jafet según la Tabla de Naciones de Génesis 10.1 Es también el nombre de una nación, tierra o reino situado en los extremos del mundo conocido, vinculado a los eventos del Juicio Final. Suele ser mencionado en conjunción con Gog, nombre de su gobernante, como Gog y Magog.

LA RUINA DE SATANÁS

Apocalipsis 20:10

10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

EL JUICIO ANTE EL GRAN TRONO BLANCO

Apocalipsis 20:11-13

Juicio de tierra y el cielo

11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 

Ya el apóstol Pedro en su primera carta nos advierte de este juicio a la naturaleza. Quizá nos cuesta trabajo comprenderlo, pero así está escrito: “2 Pedro 3:10-15: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. 11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, 12 esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!”.

SENTENCIA: LA MUERTE SEGUNDA

Juicio de la humanidad: grandes y pequeños / Libros abiertos: registro de hechos / Libro de la vida.

12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 

13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.

14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 

15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

Romanos 2:14-16: “Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, estos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio”.


sábado, 2 de abril de 2022

EL MARTIR DE LAS CATACUMBAS


Jeremías Ramírez

Quienes acusan al cristianismo de ser responsable de la barbarie y la violencia que azota a la sociedad no conocen su historia y mucho menos las etapas antiguas en que sufrió una feroz persecución. 

Y creo que tampoco consideran que Jesús, desde que anduvo con sus discípulos, les advirtió que quienes querían ser sus seguidores iban a sufrir persecución: “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, este será salvo. (Mateo 10:22)

Y esta persecución comenzó con el mismo Jesús quien fue crucificado a solicitud de los principales dirigentes y el Sanedrín  cuyo pleno votó para que fuera crucificado. Luego, pocos años después, ese mismo Sanedrín condenó a Esteban, uno de los diáconos de la iglesia de Jerusalén y primer mártir, a que fuera muerto por apedreamiento. 

San Pablo, pese a que no es considerado un mártir, durante su vida sufrió una serie de atropellos que enlista en su 2ª. Carta a los Corintios: “…Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez…” (2 Corintios 11: 23-29)

Pero las persecuciones en contra de los cristianos inician con Nerón (emperador del año 54 al 68 d.C.) y se consolidan con Domiciano (quien gobernó Roma del 81 al 96 d.C.), un emperador realmente enfermo mental. Cuando se cansaron de su imperio de terror, lo asesinaron sus cercanos colaboradores. 

Seutonio lo cuenta así: “No sabiendo los conjurados dónde ni cómo lo atacarían, si en la mesa o en el baño, Esteban, intendente de Domitila, acusado entonces de malversación, les ofreció sus consejos y su brazo. Para evitar sospechas, fingió tener una herida en el brazo izquierdo, y lo llevó durante muchos días rodeado de lana y vendajes. Llegado el momento, ocultó en él un puñal, e hizo pedir una audiencia al emperador para denunciarle una conspiración. Introducido en su cámara, mientras Domiciano leía con espanto el escrito que acababa de entregarle, lo hirió en el bajo vientre. Herido el emperador, trató de defenderse, cuando Clodiano, legionario distinguido, Máximo, liberto de Partenio, Saturio, decurión de los cubicularios, y algunos gladiadores, cayeron sobre él y le dieron siete puñaladas” .

Dice en Wikipedia: “La persecución a cristianos en el Imperio romano se produjo de forma intermitente durante un período de más de dos siglos entre el Gran incendio de Roma en el año 64 bajo Nerón y el Edicto de Milán en el 313, en el cual los emperadores romanos Constantino el Grande y Licinio legalizaron la religión cristiana” .

A pesar de ello, a lo largo de 20 siglos, los cristianos han sido perseguidos de alguna forma, incluso por la iglesia misma como sucedió en el Renacimiento con la Gran Inquisición, quien llevó a la hoguera a aquellos que se atrevieron a disentir o a traducir la Biblia a idiomas populares. 

En el siglo XX los regímenes comunistas infligieron las más crueles persecuciones muy parecidas a las romanas. Actualmente son los países musulmanes quienes practican una persecución feroz (como lo documenta bien la organización Puertas Abiertas: https://www.puertasabiertas.org/), aunque los países comunistas que quedan siguen acosando a los cristianos de alguna forma.

Pero regresando al Imperio Romano, cuya persecución se volvió emblemática, se han publicado varias novelas como Quo Vadis, Ben Hur, Fabiola, El Centurión, Helena… entre varias otras. Algunas de ellas han sido llevadas al cine.

Hace muchos años salió a la luz pública una novelita que narra de manera vívida la persecución cristiana. en el siglo tercero, en Roma: El mártir de las catacumbas. Como su aparición pública no estaba firmada se creyó que era una obra anónima. Actualmente se sabe que fue escrita por el escritor canadiense James De Mille, (1833 - 1880), autor sumamente prolífico y profesor en la Universidad de Dalhousie, Nueva Escocia. De Mille fue uno de los primeros novelistas canadienses que publicó numerosas obras de ficción popular desde finales de la década de 1860 hasta la década de 1870.

Muchos años la busqué y finalmente logré encontrarla el año pasado en internet. Es una novela breve que narra la conversión de un soldado romano cuando investiga a quienes se han ocultado en las catacumbas (Estas son una serie de túneles que aún existen bajo el suelo de Roma, y que actualmente son uno de los lugares turísticos de esa ciudad).

El personaje principal es Marcelo, un soldado romano, quien nació en Gades (Cadiz, España) altamente reconocido por el emperador Decio (249–251 d.C) razón por la que es comisionado para apresar a los cristianos que se ocultan en las catacumbas. 

La historia inicia con un espectáculo de gladiadores en el Coliseo Romano al que asiste Marcelo, y que culmina con el sacrificio de un grupo de jóvenes cristianas condenadas a muerte por ser su fe. Estas mujeres son devoradas por los leones, pero en vez de gritos y terror, ellas cantan. Marcelo queda impactado con la conducta de las jóvenes y se pregunta ¿Qué creencia las ha hecho tan fuertes para quitarles el miedo recibir la muerte dulcemente? ¿Cuál es la esperanza de los llamados cristianos? 

Marcelo comienza su búsqueda y se encuentra con Polio, un adolescente de 13 años que lo guiará a las profundidades de las catacumbas mientras le cuenta cómo es que se sobrevive dentro de esos oscuros túneles bajo la ciudad de Roma. 

Mientras más profundo avanzan Marcelo se sorprende de lo que va encontrando: una numerosa comunidad que ha creado una sociedad de amor y entregada a la adoración de su Dios. Su primera incursión culmina en el un culto que dicta un anciano líder de la iglesia bajo tierra. 

Y ahí comenzará a descubrir el secreto que impulsa a esta comunidad, secreto que cambiará su vida y su filosofía: el evangelio de Jesús, un judío que había muerto hace casi 200 años, y cuya fe en Él transforma las vidas de quienes lo aceptan como Dios y Salvador.

Marcelo entrega su vida a Jesús y renuncia a sus méritos como soldado de Roma convirtiéndose en un perseguido más. Y comienza su aventura dentro de las catacumbas. Pronto sabrá que su cabeza tiene precio por haber traicionado la confianza del emperador.

En el breve tiempo que dura su vida, tiene la oportunidad de dar testimonio de que el amor al Salvador es mas grande que el temor a la muerte, por más cruel que este puede ser.

El mártir de las catacumbas es un libro conmovedor con el que podemos viajar al pasado para conocer cómo nuestros hermanos enfrentaron la crueldad de un imperio que no aceptaba su entrega a un Kirios (Señor) ajeno al emperador. Y menos aún que esta entrega les permitiera soportar los castigos más crueles de manera sobrehumana. 

A pesar de los méritos expositivos, El mártir de las catacumbas no es una gran obra de arte, de hecho, es una narración elemental con algunas fallas estructurales, pero lo cual no demerita su valor espiritual.

En suma, es una buena obra para reflexionar ahora que ya estamos en vísperas de la Semana Santa. 


viernes, 11 de marzo de 2022

ESTUDIO SOBRE APOCALIPSIS 12


Jeremías Ramirez

Introducción

Después de que el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo y apareció en el cielo “una gran señal”: una mujer embarazada que es perseguida por un gran dragón escarlata, y quien, a pesar de ese ataque, logra dar a luz un hijo, lo cual desata la furia del dragón y entabla una batalla terrible contra el arcángel Gabriel, pero al ser vencido es arrojado a la tierra donde desata su furia contra mujer y contra los descendientes de ella.

Los personajes que aparecen en este capítulo son:

1) La mujer vestida de sol y rodeada por los astros celestes ¿Es la virgen María? ¿Es la Iglesia? ¿Es el pueblo de Israel?

2) El niño del cual la mujer está embarazada y quien finalmente nace, y es arrebatado por Dios ¿quién es?

3) El dragón escarlata, quien persigue a la mujer infructuosamente ¿De quién se trata?

4) Miguel y sus ángeles que luchan contra el dragón en el cielo. ¿En qué parte del cielo están? ¿Por qué dice la Apocalipsis que ya no se encontró lugar para el dragón en el cielo? ¿Vivía allí? ¿Por qué?

5) Los descendientes de la mujer ¿Quiénes son?

La mujer y el dragón

1 Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. 

2 Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento. 

Mucho se ha especulado sobre la identidad de esta mujer vestida de manera tan singular como majestuosa. La Iglesia Católica ha dicho que se trata de Maria, la madre terrenal de Jesús. Las representaciones de las diversas vírgenes la muestran justamente con un arco de estrellas sobre su cabeza y sus pies posando sobre la luna y vestida con un manto azul adornado con estrellas y toda ella rodeada con un resplandor dorado.

Muchos teólogos no comparten esta interpretación. Justo L. González, por ejemplo, afirma que esta mujer es un símbolo complejo y que incluye no sólo a María sino también a la Iglesia y al pueblo de Israel, el cual es identificado en diversos pasajes de la Biblia como mujer e incluso como esposa de Dios. 

Sin embargo, comentaristas como el ucraniano Iván Barchuk o el analista bíblico español Samuel Pérez Millós afirman que esta mujer es el pueblo de Israel, el cual Dios trata como mujer y la califica en algunos pasajes como esposa del Señor. En Isaías 54:5 dice: “Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado”. O en Jeremías 3:1 y 2 la reprende por su infidelidad conyugal: “…Si alguno dejare a su mujer, y yéndose esta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada? Tú, pues, (le dice a Israel) has fornicado con muchos amigos; mas ¡vuélvete a mí! dice Jehová. Alza tus ojos a las alturas, y ve en qué lugar no te hayas prostituido. Junto a los caminos te sentabas para ellos como árabe en el desierto, y con tus fornicaciones y con tu maldad has contaminado la tierra”. 

Además, las doce estrellas pueden ser el símbolo de las doce tribus de Israel. En Génesis 37:9  José, en su sueño, ve a sus padres como el Sol y la Luna y a sus hermanos como estrellas del cielo: “He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí”.

Debemos, también considerar el hecho de estar vestida de sol y coronada con estrellas y parada sobre la luna, le confiere un aspecto celestial que tanto Israel como la Iglesia comparten, pues ambos son creaciones de Dios, pero sólo Israel es de quien nace nuestro Señor Jesucristo, no de la iglesia.

3 También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; 

4 y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra…

¿Quién es este dragón escarlata? Nos dice William Barclay que “…en el templo de Marduk en Babilonia había una gran imagen de una serpiente escarlata reluciente que representaba al dragón derrotado del caos”. El sólo hecho de que está imagen esté en el templo de un dios pagano ya indica de alguna forma su identidad. En Daniel 8:10 nos habla de un cuerno pequeño que “… se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó”. El hecho de que tenga siete cabezas y diez cuernos nos habla de su enorme poder que es confirmado al arrastrar con su cola la tercera parte de las estrellas del cielo. De modo que este dragón es Satanás, la serpiente antigua, la que se para frente a la mujer amenazante.

4 (bis) Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese. 

5 Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono. 

¿Quién es este niño? No hay duda de que habla de nuestro Señor Jesucristo, El Mesías, Emanuel, pues como dice la profecía del Salmo 2:9 acerca del hijo de Dios: “Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás”, y aunque el dragón se haya parado frente a la mujer para impedir que naciese su hijo, falló en su acometida pues en el v.5. nos dice que “dio a luz un hijo varón”, pero no sólo eso, sino que fue arrebatado para Dios y para su trono cuando resucitó de la muerte y se sentó en los lugares celestiales, como nos dice Efesios 2:6, donde nos hizo sentarnos con él.

Cabe considerar cuántas y cuántas veces quiso Satanás impedir que llegara al  día en que a través de su muerte sacrificial en la cruz del calvario derrotaría para siempre al adversario y nos redimiría con su sangre. Esta es la razón por la que Satanás estuvo buscando siempre la desaparición del pueblo de Israel e impedir así el nacimiento del Mesías. Y hay momentos que parece que lo logra pues con gran facilidad el pueblo de Israel era seducido por la idolatría, pero siempre el Señor cuidó de un remanente fiel que logró sobrevivir a todas las vicisitudes y a dos feroces cautiverios y amenazas de exterminio como la que la reina Esther y su tío Mardoqueo lograron detener gracias a la misericordia de Dios. Incluso me atrevo a pensar que el hecho de que María y José no encontraran un lugar apropiado para que naciera el Señor Jesús fue obra de Satanás, pero no sólo sobrevivió a las inhóspitas condiciones del establo sino que recibió esa noche la visita de unos deslumbrados y admirados pastores.

Y cuando nació Jesús Satanás estuvo allí para devorarlo; primero, a través de su siervo Herodes quien ordenó matar a todos los niños menores de dos años que habitaban en Belén. Sin embargo, José, advertido en sueños, huyó con María y el niño a Egipto antes de que llegaran los soldados de Herodes.  

Luego, al inicio de su ministerio, trató de nulificarlo en el desierto, y varias veces utilizó a la turba para matarlo para que no llegara a la Cruz del Calvario. 

6 Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.

Tras el alumbramiento de su hijo, la mujer huye al desierto a un lugar de refugio que Dios ha preparado para ella y resguardarla ahí 1260 días, es decir, 42 meses, o 3 años y medio, justo el tiempo que falta para cumplirse el periodo de la gran tribulación.

7 Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; 

8 pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 

9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. 

Quizá sorprenda a muchos ver en este pasaje que Satanás no se encuentra en el inframundo, en fondo de la tierra, sino en el cielo, ya que dice que “ ni se halló ya lugar para ellos en el cielo”.

Y quizá esta frase sucite la pregunta de a qué cielo se refiere este pasaje de Apocalipsis. Muchos comentaristas afirman que existen tres esferas celestiales: el primer cielo es el cielo atmosférico. El segundo es el cielo cósmico donde están los astros y el tercer cielo o paraíso, es donde está Dios, lugar a donde fue llevado el apóstol Pablo, como nos dice en 2 Corintios 12:2 “Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo”.

Escudriñando la escritura encontramos que Satanás es llamado el PRINCIPE DE LA POTESTAD DEL AIRE”. El apóstol Pablo les dice a los efesios (Efesios 2:2 ) que ellos, como gentiles, andaban en otro tiempo siguiendo “…la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia…”. En el capítulo 1 del libro de Job Jehová le pregunta a Satanás: “¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella”. Es decir, desde su dominio del aire vigila la vida de los hombres sobre la tierra. En Efesios 6:12 el apóstol Pablo escribe: “…no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. 

Es decir, como Príncipe de la potestad del aire es que ahí, en el cielo atmosférico, donde tiene su residencia junto con sus huestes, pero no puede ir más allá sin el permiso de Dios. 

Cuando leemos en el v.7 sobre esta batalla podemos pensar que quizá Satanás iba persiguiendo al hijo hasta el mismo cielo, pero lo detiene el arcángel Miguel y entabla con el dragón escarlata una gran batalla. Sin embargo, a pesar del poder inmenso de este dragón, no logra su propósito. Es vencido por el arcángel Miguel y es desechado de ese sitio que durante siglos y siglos estuvo bajo su poder y cae a la tierra.

10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: 

Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 

11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. 

12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.

Y tras la caída de Satanás se oye un grito triunfal o himno, dicen los comentaristas: “Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche”.

Aquí vemos que esta caída significa alegría para los moradores de los cielos, pero problemas para los moradores de la tierra y del mar porque ha caído enfurecido sabiendo que tiene poco tiempo.

13 Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. 

Y su primer objetivo de ataque es la mujer, es decir, el pueblo de Israel. ¿Podrá resistir el ataque de un enemigo poderosos? Lo ha hecho porque Dios lo protege.

14 Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. 

En este versículo vemos que se dan dos alas para que puede huir al desierto. Es justamente en este lugar inhóspito donde será sustentada por tres años y medio, es decir, por el resto del tiempo que durará la gran tribulación.

15 Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. 

16 Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca.

Como la mujer se le ha escapado le arroja un torrente de agua como un río para arrastrarla, pero surge de pronto un nuevo aliado: la tierra que se abre y se traga el torrente. 

Comentaristas, como Ivan Barchuck, dicen que la presencia del agua generalmente significa una multitud. En este sentido podríamos decir que le lanza un enorme ejército, pero como le sucedió al faraón que iba tras el pueblo de Israel tras su salida de Egipto, las aguas del mar rojo se cierran sobre él y su ejército. En Apocalipsis, es la misma tierra quien se traga ese “torrente”, tal y como le sucedió a Coré. Números 16:31-33: “Y aconteció que cuando cesó él (Moisés) de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos. Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes. Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación”.

17 Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.

Como no pudo lograr su cometido con la mujer, es decir, con Israel (con sus elegidos), el “dragón se fue a hacer guerra contra el resto de su descendencia, es decir, como afirma Samuel Pérez Millós, contra aquellos que han creído en el evangelio que estos elegidos difundieron por el mundo y que viven y testifican en diversos lugares del planeta. 


viernes, 18 de febrero de 2022

ESTUDIO SOBRE APOCALIPSIS 8



Jeremías Ramírez

Hemos llegado al momento culminante, al fin de los vaticinios de Dios sobre el juIcio que caerá sobre la humanidad con la apertura del séptimo sello… “Y cuando abrió el séptimo sello…” todo el universo se queda en suspenso.

El séptimo sello
1 Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. 

En los seis sellos anteriores habíamos visto, a través de los ojos de Juan, lo que sucede tras la ruptura de cada uno ellos. 
  • Con el PRIMER SELLO aparece un caballo blanco y el el jinete trae un arco que simboliza el poder de la conquista bélica. 
  • Con el SEGUNDO SELLO aparece un caballo bermejo y su jinete tiene el poder “…de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros.
  • Con el TERCER SELLO aparece un caballo negro, y su jinete “el que lo montaba tenía una balanza en la mano…” que simboliza el comercio injusto que acarrea el hambre pues en seguida se anuncia la alza de los precios de lo alimentos básicos, no así el aceite y el vino.
  • Con el CUARTO SELLO aparece un caballo pálido, “…y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.
  • Con el QUINTO SELLO: aparecen los mártires de la gran tribulación que gimen pidiendo ¿Hasta cuándo, Señor, juzgas vengas nuestra sangre?
  • Con el SEXTO: hay una destrucción cósmica, pues hubo. “…un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar”.

Y cuando finalmente se abre el SÉPTIMO SELLO, de pronto, se hace un gran silencio  sobrecogedor que llena de pavor y de expectación. Es como la calma antes de una gran tormenta, pues intuimos que al final de ese silencio viene la muerte. Por ello, este silencio de media hora es el más terrible que podrá experimentar la humanidad, pues anuncia el momento culminante del castigo que no se compara con los sellos anteriores. 

2 Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas. 

Cuando el silencio termina, Juan observa que a los siete ángeles que están ante Dios reciben SIETE TROMPETAS, trompetas que anunciarán los más terribles castigos a medida que van tocando pues se van intensificando. Justo L. González dice que “las trompetas son señal de la presencia e intervención de Dios. 
    En el Antiguo Testamento la presencia de Dios se anunciaba con el sonido de trompetas o con el sonido de bocina muy fuerte, como en Éxodo 19:16-19: “Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte. Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera. El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante”. 
    O en los ritos solemnes que se anunciaban con trompetas (Levítico 23:24): “Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación.”, o en la alabanza de Israel ante los hechos gloriosos, como en Salmos 47:5: “Subió Dios con el sonido de trompeta. Y la trompeta también proclama la acción divina como en Isaías 18:3: “Vosotros, todos los moradores del mundo y habitantes de la tierra, cuando se levante bandera en los montes, mirad; y cuando se toque trompeta, escuchad”. Y muy particularmente en el Día del Señor, como nos dice en Joel 2:1: “Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano”.  
    Todo esto nos indica que el propósito de las trompetas que están a punto de sonar, así como la destrucción que anuncian, son advertencias para llamar al pueblo al arrepentimiento y a la obediencia, afirma Justo L. González.  

3 Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. 
4 Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. 
5 Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.

Antes de que los SIETE ángeles hagan sonar sus instrumentos, aparece súbitamente otro ángel, con un incensario de oro, para recibir MUCHO incienso en ese recipiente para AÑADIRLO a las oraciones de los santos. El olor fragante que el humo del incienso produce “sube o llega a la presencia de Dios. 
    Luego, el ángel toma el incensario, LO LLENA DE FUEGO DEL ALTAR, fuego divino, y lo arroja a la tierra, provocando TRUENOS, VOCES, RELAMPAGOS Y UN TERREMOTO.
    Aquí vemos que las oraciones de las santos no son palabras vacías que se perdieron en el tiempo sino que se conservan y son también parte activa del anuncio del juicio porque las acciones buenas son en si mismas factores de juicio. La razón es simple: la maldad del mundo es más evidente al contrastarlo con la bondad de Dios y de sus hijos. Para Dios son muy importantes las oraciones que con corazón sincero elevamos a Dios pues Él las atesora como incienso de olor grato, el cual, en este caso, dice Justo L. González, “…regresan en parte como expresión de la ira de Dios”. 
    Entonces estos TRUENOS, VOCES, RELAMPAGOS Y UN TERREMOTO son el anuncio audible en el mundo para indicar que el juicio va a comenzar. Y entonces…

Las trompetas
6 Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.

Tan pronto el anuncio del juicio ha terminado, los siete ángeles levantan sus instrumentos, los colocan en sus labios y se disponen a anunciar los juicios y+uno tras otro.

7 El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.

Hay que advertir que cuando se abre el CUARTO SELLO, al jinete del caballo pálido se le dio el poder sobre la CUARTA PARTE de la tierra. Pero, ahora, “la mayoría de los males que surgen cuando suena cada una de las primeras cuatro trompetas alcanzan la tercera parte. Ha aumentado el grado de destrucción. Es decir, la advertencia se va haciendo cada vez más severa y las destrucciones son cada vez más amplias. Sin embargo, la destrucción no es total porque esto no es más que el preludio del fin.
Cuando suena la primer trompeta cae GRANIZO Y FUEGO, MEZCLADOS CON SANGRE y se quema la tercera parte de los árboles y TODA la hierba verde. 
La SÉPTIMA PLAGA de Egipto (Ex. 9:23-26) fue precisamente granizo y fuego, el cual “hirió toda la tierra de Egipto, todo lo que estaba en el campo, así hombre como bestias y hasta los árboles y la hierba”. Aquí la tercera parte pero de TODO EL MUNDO.

8 El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. 
9 Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida.

Aquí la devastación llega a la tercera parte de los animales marinos y de los navíos humanos.

10 El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. 
11 Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas.

    La segunda y tercer trompeta tienen similitud con la primera plaga de Egipto (Éxodo 7:19): “Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Toma tu vara, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos y sobre sus estanques, y sobre todos sus depósitos de aguas, para que se conviertan en sangre, y haya sangre por toda la región de Egipto, así en los vasos de madera como en los de piedra”.
Pero hay una diferencia entre esa plaga que sólo afectó a las aguas de Egipto. En cambio, la de Apocalipsis, “la plaga se extiende por toda la tierra”. En Egipto, se oponen a Dios el faraón y sus seguidores. Aquí, la “…inmensa mayoría de la humanidad”.
La estrella que cae al sonido de la tercera trompeta tiene por nombre: “Ajenjo” y hace que la tercera parte de las aguas se amarguen TODAS LAS FUENTES DULCES de las aguas del mundo.    
Cabe señalar que el ajenjo es una hierba muy amarga con propiedades medicinales, pero también es, en cierto grado, venenosa, pues es capaz de marchitar las plantas que crecen a su lado, aunque los israelitas temían más al aJenjo por su sabor. 
    En Deuteronomio 29:18 leemos: “No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo…”. 
    Con el ajenjo, Dios amenazó a los falsos profetas que (Jeremías 9:14): “…se fueron tras la imaginación de su corazón, y en pos de los baales, según les enseñaron sus padres”. Y entonces Dios les dice (Jeremías 23:15): “Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos contra aquellos profetas: He aquí que yo les hago comer ajenjos, y les haré beber agua de hiel; porque de los profetas de Jerusalén salió la hipocresía sobre toda la tierra”. 
    El ajenjo, dice William Barclay, representa siempre la amargura del juicio de Dios. Pero es quizá el grado nocividad del ajenjo por el que muchos hombres mueran por estas aguas.

12 El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche.

Veamos lo que ha sucedido en cada toque de una de las trompetas hasta la cuarta trompeta:
  1. Con la primer trompeta es afectada la tierra
  2. Con la segunda y el tercera, se extiende la afectación al mar y a todas las fuentes de las aguas
  3. Con la cuarta trompeta, es afectado el firmamento, el cielo, los astros: el sol, la luna y las estrellas en su tercera parte para que la luz que estos astros emitan se reduzca una tercera parte. Es decir, hay un anuncio de las inminente tinieblas que envolverán a la humanidad de esos días. Es decir, la luz del día tendrá una luminosidad reducida, y la noche será más oscura de lo que ya es.
En resumen: nada permanece inalterado y seguro: ni la tierra ni el mar, ni siquiera el sol y las estrellas, afirma Justo L. González. Este nuevo desastre es paralelo a la novena plaga de Egipto: (Éxodo 10:21-23): “Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tanto que cualquiera las palpe. Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas sobre toda la tierra de Egipto, por tres días. Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones”.
Al terminar la cuarta trompeta parecería que las calamidades se han extendido a toda la creación: la tierra, el mar y el firmamento, pero todavía falta más, porque en el versículo 13 hay un anuncio de mayores calamidades.

13 Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para sonar los tres ángeles!

En la versión Reina Valera nos dice que un ángel vuela solitario en medio del cielo y grita: ay, ay, ay, anunciando los tres toques de trompeta que aún faltan y que traerán calamidades aún más terribles, doliéndose de antemano por aquellas personas que morarán en la tierra en ese tiempo. Estas personas están a punto de experimentar las más terribles catástrofes aún desconocidas para los hombres que las han vivido a lo largo de la historia enfrentando las mayores calamidades, pues estás serán mucho más terribles.
Algunos dicen que el Coronavirus es parte de estos castigos, pero por la pandemia han muerto 5.6 millones de personas, de un total de 7.8 billones, es decir, que la cantidad de fallecidos es apenas del 0.00007 por ciento, muy lejos de alcanzar el 1%, mientras que en el Apocalipsis la afectación de el entorno natural será del 33%, por lo que podemos pensar que quienes mueran por estas plagas deberá ser un porcentaje similar. 
En todo caso, el coronavirus es una pequeña advertencia de lo que puede suceder cuando llegue la Gran tribulación. Nosotros aún estamos en el tiempo de la gracia, por ello es muy importante ponernos a cuenta con Dios, como leemos en Joel 2:10-12: “Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. Y Jehová dará su orden delante de su ejército; porque muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo? Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento”.
    Hoy estamos en el tiempo de la gracia, por lo que de suma importancia no desechar esta oportunidad, como dice en Hebreos 2:1-4: “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad”.


lunes, 31 de enero de 2022

ESTUDIO SOBRE APOCALIPSIS, CAPÍTULO. 4



Jeremías Ramírez


En los primeros tres capítulos del Apocalipsis Juan nos muestra lo que sucede en la tierra. Y a partir del 4 vemos las cosas que suceden en el cielo. 

La adoración celestial

1 Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. 

Nos dice Juan que “vio una puerta abierta en el cielo”, y oyó una voz como de trompeta que lo invitaba a subir para ver las cosas que iban a suceder. Y Juan pudo entrar al cielo, en espíritu, gracias a que el Señor le abrió esa puerta, pues nadie tiene el poder de abrirla más que Dios; sólo Él puede invitarnos a entrar. 

La puerta es un símbolo que frecuentemente en la Biblia. A la iglesia de Filadelfia Dios le presenta una puerta abierta (Apocalipsis 3:8); nosotros también tenemos una puerta que podemos abrir o cerrar a nuestra voluntad. Es a esa puerta a la que el Señor llama a los de Laodicea (Ap. 3:20). En nuestro caso, también nos llama ¿Abriremos para que cene con nosotros? A veces en los libros proféticos no nos dice que hay una puerta pero si una entrada, como en Ezequiel 1:1: “…los cielos se abrieron y vi visiones de Dios”. 

De pronto, Juan oye una voz como de trompeta que le ordena: “Sube acá”. Esta voz la había oído Juan al principio (Ap. 1:10) y al darse vuelta para ver de quien era ve a uno “semejante al Hijo del hombre”, es decir, Cristo, quien está en medio de los siete candeleros, pero ahora le dice que “le mostrará las cosas que sucederán después de estas”.

2 Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. 

3 Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. 

Juan obedece y al instante, en Espíritu, entra al cielo y observa una escena sublime. En primer lugar, ve un trono y a alguien se sentado en él. ¿Quién es ese alguien? ¿Cómo es? Juan no nos lo dice, pero podemos fácilmente deducir que es Dios. Y  tampoco lo describe; sólo nos da un comparativo con piedras preciosas. Dice que su aspecto es como de piedra de jaspe y cornalina y tenía alrededor un arco iris semejante a la esmeralda.

El jaspe es una roca sedimentaria que posee una superficie suave y se utiliza para ornamentación o como gema. William Barclay dice que “en el mundo antiguo parece que se le daba este nombre al cristal de roca translúcido por el que pasa la luz con un fulgor que casi deslumbra.

La cornalina es un mineral de color marrón usado como piedra semipreciosa. Es más apreciada cuanto más translúcidas es y entonces muestra un color rojo-anaranjado. Su color marrón se debe a la presencia de óxidos de hierro, mientras que los tonos más claros se pueden atribuir al hidróxido de hierro. Si el mineral se somete a un ligero calentamiento, su color se vuelve más intenso.

Y alrededor el arcoíris semejante a la esmeralda, es decir, es de color verde intenso.

Y Barclay además dice que “La visión que tuvo Juan de la presencia de Dios era como un destello cegador de un diamante al sol, con el brillo deslumbrante del rojo-sangre de la cornalina; y brillaba a través de ambos el verde más descansado de la esmeralda, porque sólo así podía el ojo humano soportar la visión”.

Esta descripción es muy interesante, aunque no sabemos si realmente esto es lo que vio Juan, pero al menos tiene la ventaja que nos da una imagen que nos ilumina sobre la majestuosidad de Dios. 

Y agrega: “Bien puede ser que el jaspe represente la insoportable luminosidad de la pureza de Dios, las vetas como sangre de la cornalina, es su justa ira, y el más benigno verde de la esmeralda representa su misericordia, gracias a la cual podemos mirar su pureza y su justicia”. Interesante, pero no tengo la certeza de que esta interpretación es correcta.

4 Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas. 

Alrededor del trono de Dios estaban 24 ancianos sentados en tronos, vestidos con ropas blancas y en su cabeza llevaban coronas. La mayoría de los comentaristas concuerdan que estos 24 ancianos representan dos grupos: uno correspondiente a los 12 apóstoles; y el otro, a las 12 tribus de Israel, de modo que ambos conforman el cuerpo completo del pueblo de Dios. Nos dice Swete que es “…la iglesia que debía de ser y que un día en la gloria adorará en la presencia del mismo Dios”. 

Y estos ancianos van ataviados con vestiduras blancas que son las que se les prometen a los fieles, como vemos en Apocalipsis 3:4: “Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas”.

Y sus coronas (la palabra que usa Juan es stéfanos que no indica que fuesen coronas de la realeza sino las asignadas a los vencedores en las justas deportivas). Estas coronas son las que les prometieron a los que fueran fieles hasta la muerte en la iglesia de Esmirna (Apocalipsis 2:10): “No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona (stefanos) de la vida”. 

Y los tronos son los que les prometió Jesús a los que abandonaran todo para seguirle (Mateo 19:27-28): “Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos? Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel”. Aquí el Señor menciona lo que Juan iba a ver justamente en el cielo.

5 Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.

Ahora, Juan nos informa del entorno sonoro de este lugar tan especial. Nos dice que del trono salían relámpagos y truenos, es decir, que tras los destello de luz de los relámpagos se oía su retumbar cuando estallaban. Esta es una clara indicación del poder que emana de Dios mismo y que nos recuerda el momento en que les entregaba la ley al pueblo de Israel. Dice Éxodo 19:16: “Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento”.

Pero además del sonido estremecedor, nos dice Juan, que ardían “siete lámparas de fuego” que son “los siete espíritus de Dios”. En el capítulo 1:4 ya nos había informado de estos 7 espíritus que según los comentaristas representan la “plenitud” del Espíritu de Dios y que son la conexión entre Dios y cada una de las iglesias. Esta aseveración revela que sólo aquellas iglesias que tienen al Señor como Dominus et Deus, o como dice en original griego: Kyrios kai Theos, es decir, Señor y Dios, como quería el emperador como Domiciano le dijeran, pero los cristianos se negaron pues sólo Cristo es Dios y Señor. Y pagaron con su vida esta osadía. 

Por consecuencia, aquellas iglesias en el que el Señor es un extraño, que no es Kyrios kai Theos no tiene lugar en este acto sublime de adoración en presencia de Dios, aunque Cristo sea mencionado en sus cultos pero es negado en sus vidas, y el Espíritu de Dios no los une con Dios pues son meras organizaciones sociales.

6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás. 

Justo L. González nos dice que “…esta imagen de un mar de vidrio sería la señal de inmensa riqueza y gloria, como lo serían también las referencias al jaspe, a la cornalina… y a la esmeralda”. Y Barclay nos dice que este mar es una indicación de hermosura, pureza deslumbrante y distancia inmensa.

7 El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando. 

Justo L. González afirma que: “Los cuatro seres vivientes nos recuerdan la visión de Ezequiel (Ez. 1:18)”. Hay sin embargo una pequeña diferencia: en Ezequiel cada uno de esos seres tienen cuatro rostros: humano, león, buey y aguila. “En el Apocalipsis uno de los seres es como un León, otro como un buey, y así sucesivamente”. Probablemente estos cuatro seres vivientes representen a todos los seres vivientes:

a) El león es el principal entre los animales salvajes,

b) El buey, es el principal entre los animales domésticos,

c) El águila, es la principal entre todas las aves, y

d) El hombre, es el principal de todos.

En este sentido, si es correcta la interpretación, los cuatro seres vivientes traen ante el trono la adoración de toda la creación.

8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir. 

En Isaías 6:2-3 los seres vivientes son serafines que entonan un cántico similar al del Apocalipsis: “Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria”.

9 Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, 

10 los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: 

11 Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.

Justo L. González escribe: “Ahora se nos presenta una antífona celestial pues el canto de los cuatro seres vivientes recibe por respuesta en canto de los 24 ancianos, quienes echan sus coronas delante del trono” y cantan: “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”.

Y agrega: “Aunque hoy no lo notemos estas palabras tenían una fuerte connotación política. Cuando Tiridates, rey de aquella región, se vio en la necesidad de mostrarle su pleitesía a Nerón, puso su corona a los pies del emperador”.

En contraste con esta escena, los 24 ancianos “echan sus coronas delante del trono” de Dios, dándole honor y gloria. Los magos de oriente también al ver al niño lo adoraron: (Mateo 2:11): “Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron y pusieron ante él sus dones…”.  A la alabanza de los 4 seres vivientes que proclaman al que está en el trono como Dios, los 24 ancianos responden proclamándole “Señor”. 

Todo este pasaje implica que hasta las más axcelsas y poderosas cortes humanas son como nada si se les comparara con la corte celestial, y que los efímeros reinados presentes no pueden compararse con el reinado de quien está sentado en el trono celestial.

Ahora, como afirma don justo L. González: “Si unimos lo que Juan dice sobre la adoración celestial con lo que nos dice también acerca de las iglesias en Asia, vemos que muy por encima de todas las dificultades presentes, y tras la vida de la iglesia en la tierra con todas sus ambigüedades, está la adoración eterna que tiene lugar en el cielo, pues por encima de todos los gobernantes y reyezuelos en turno está el Señor Dios Todopoderoso”.

Y así como el Padre Nuestro nos enseña que debemos pedir: “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”, entonces nosotros también, a semejanza de ellos, debemos rendirnos en adoración continua al que es, que era y que ha de venir, nuestro Salvador, tal como estos dos grupos lo hacen.

Ahora bien, nuestra adoración puede expresarse con palabras: “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”, pero también la debemos expresar la adoración a Dios con nuestros actos. 

Para expresar estas palabras excelsas, no como una mera expresión verbal sino como un real reconocimiento de su dignidad y por ello ser merecedor de recibir gloria, honra y poder, debemos antes descubrirla y entonces expresar lo que es en verdad en nuestras vidas. Y para ello, deberíamos tener una experiencia como la de David cuando descubre la grandeza y magnificencia de Dios en el Salmo 8: 4-9: 

Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste,

Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, 

para que lo visites?

Le has hecho poco menor que los ángeles,

Y lo coronaste de gloria y de honra.

Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;

Todo lo pusiste debajo de sus pies:

Ovejas y bueyes, todo ello,

Y asimismo las bestias del campo,

Las aves de los cielos y los peces del mar;

Todo cuanto pasa por los senderos del mar.

 ¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!


Cuántas veces hemos contemplado el cielo en un lugar donde nos hay luz eléctrica y al ver la majestuosidad de las estrellas nos estremecemos por la magnificencia de la obra de Dios, pues nos damos cuenta de su grandeza, de su magnificencia y al mismo tiempo nuestra pequeñez. Y es muy probable que, como David. sintamos la necesidad de expresar admiración y adoración al Señor. 

Y esto lo podemos experimentar no sólo al contemplar el cielo nocturno sino desde una flor, un insecto, un árbol, una mariposa, nuestro propio cuerpo ahora que hay tantos documentales sobre la maravilla que Dios hizo en nosotros, y apreciar cómo nos guía y cuida cada día, como nos transforma… entonces podemos estallar en cánticos de alabanza y sentirnos impulsados a cumplir su voluntad expresada en sus leyes, en sus ordenanzas, en sus enseñanzas de las cuales está llena toda su palabra. Y podamos decir con toda seguridad… 

Que La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;

Que El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.

Que Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;

Que el precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.

Que el temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;

Que los juicios de Jehová son verdad, todos justos.

Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;

Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.

Salmo 19:8-10:

Revisemos pues nuestras vidas, nuestra conducta, nuestros actos para que le pidamos al Señor que nos convierta en verdaderos cánticos que le agraden a él, y que los que no le conocen, al vernos, deseen alabar a nuestro Padre, como nos enseña Jesús en Mateo 5:16: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”.



ESTUDIO SOBRE APOCALIPSIS 20: Los mil años

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