En Eclesiastés 12 hay una recomendación que he leído muchas veces, desafortunadamente sin entender su profundidad: "Acuérdate de tu creador en los días de tu juventud, antes de que vengan los días malos y lleguen los años de los cuales digas: No tengo contentamiento".
La edad finalmente nos revela su profundidad. De joven o de mediana edad uno cree que va a llegar a la ancianidad de la misma integridad física, tal vez con uno que otro achaque, con cierta debilidad de piernas, algunas arrugas y canas... hasta que rebasando a los 50 se presentan los desgaste por una serie de malos hábitos de ejercicio y alimenticios, e incluso, intelectuales y empieza uno a sufrir dolores, algunos muy intensos, que nos hacen pensar que la vida debería acortarse. Hay quienes, ante un sufrimiento inaudito, deciden suicidarse.
Y no hay un sólo ser humano que no llegue a la vejez con uno o varios padecimientos. Es entonces que, si hemos sido creyentes o al menos visitantes frecuentes de una iglesia que este pasaje empieza a revelarse.
Es muy importante para el ser humano acordarse de Dios. Pero ¿qué significa acordarse? Por cierto, no significa "recordar", recordar que existe, que nos ama, que murió por nosotros, que vivió una vida ejemplar, etc. Sino acordarse que él pide ser parte integral de nuestra vida, es decir, lo que se encuentra en Proverbios: "Dame hijo mío tu corazón"(Proverbios 23:26). Eso es acordarse, acordarse de que está a la puerta y llama, que nos busca como ovejas perdidas, para entrar en nuestra vida y finalmente, dejarlo entrar para que viva Cristo en nosotros.
Y esta es tan fundamental en nuestra vida pues nos dotará de una fortaleza inigualable para los días malos, esos días en que no hay nada que nos consuele, esos días donde el dolor se hace patente y las fuerzas se han ido retirando poco a poco. El Señor entonces nos sostendrá con su diestra.
Steve Green, en gran cantante cristiano, cuenta que su padre (un misionero en Argentina) al final de su vida le detectan el Mal de Parkinson, que aparte de torturarlo con dolores, lo fue inmovilizando e incluso perder el habla. Y en esas circunstancias terribles descubrieron como Cristo lo sostenía. Cuenta que cuando ya no hablaba, su esposa de pronto lo oyó hablar en voz alta. Al entrar en el cuarto que estaba, su padre oraba en voz alta oraciones de agradecimiento: "Dios tu eres bueno", y sólo su padre sabía qué estaba viviendo con Cristo en medio de su dolor que podía exclamar "Dios eres bueno".
¿Eres joven o de mediana edad o casi anciano y aún no te llegan los días malos? Entonces, acuérdate de tu creador, hazlo parte de ti, únete a él con todo el corazón y vive la vida nueva que él te de.
¿Ya te llegaron los días malos? Búsca a Dios, aún estas con vida y no todo está perdido. Aún en esas circunstancias, Cristo te ama. Te ser´difícil seguir sus pasos, el dolor hará tambalear tu fe, pero si te aferras a él con todo tu corazón, encontraras las fuerzas y el consuelo que necesitas.
Este es un espacio donde podrás encontrar reflexiones breves o ensayos o estudios bíblicos. Y pueden ser desde una frase hasta un texto largo. Espero que sea de ayuda y bendición.
sábado, 5 de diciembre de 2015
martes, 25 de agosto de 2015
MISION IMPOSIBLE: Usted puede.
Por Jeremías Ramírez Vasillas
Misión imposible fue primero una serie de televisión y luego
se hicieron versiones cinematográficas en donde los protagonistas realizan
tareas que van más allá de las posibilidades humanas, y sin embargo salen avante
para beneplácito de los espectadores.
Los últimos sucesos en mi vida me hicieron enfocar mi
atención en acciones que realizan los hijos de Dios y que van más allá de las
escenas imaginadas para esas películas. Recordé varios pasaje:
·
Enfrentan fieras: Sansón
- · Sobreviven a hornos de fuego: Daniel y sus amigos
- · Caminan en medio del mar sobre un lecho seco: Moisés y los israelitas.
- · Enfrentan gigantes: Josué y Caleb
- · Derriban muros con trompetas y vueltas: Josué y los israelitas
- · Caminan sobre el agua: Pedro, aunque por breve tiempo
- · Caminan por valles de muerte y sobreviven: Corrie Tem Bum (cristiana holandesa durante la II Guerra
- Mundial), logra rescatar judíos y salir ilesa, y otras acciones increíbles.
Hay una cita retadora en Jeremías que me hace estremecer.
Dice:
Jeremías 12:5
Si corriste con los de
a pie y te cansaron, ¿cómo contenderás con los caballos?
¿Se dan cuenta de este reto? ¿Quién puede correr y competir
con los caballos? El hombre más veloz, Usain Bolt, alcanza a correr 37 km/hr.
Un caballo corre de 75 a 70 kilómetros por hora. ¿No es esta una misión
imposible?
¿Y no es aún más imposible esta hazaña de Sadrac, Mesac y
Abed-nego?
Daniel 3
3 El
rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro cuya altura era de sesenta codos, y
su anchura de seis codos; la levantó en el campo de Dura, en la provincia de
Babilonia.
2 Y envió el rey Nabucodonosor a que se
reuniesen los sátrapas, los magistrados y capitanes, oidores, tesoreros,
consejeros, jueces, y todos los gobernadores de las provincias, para que
viniesen a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado.
3 Fueron, pues, reunidos los sátrapas,
magistrados, capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces, y todos los
gobernadores de las provincias, a la dedicación de la estatua que el rey
Nabucodonosor había levantado; y estaban en pie delante de la estatua que había
levantado el rey Nabucodonosor.
4 Y el pregonero anunciaba en alta voz:
Mándase a vosotros, oh pueblos, naciones y lenguas,
5 que al oír el son de la bocina, de la
flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo
instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey
Nabucodonosor ha levantado;
6 y cualquiera que no se postre y adore,
inmediatamente será echado dentro de un horno de fuego ardiendo.
7 Por lo cual, al oír todos los pueblos el son
de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña
y de todo instrumento de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se
postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había
levantado.
8 Por esto en aquel tiempo algunos varones
caldeos vinieron y acusaron maliciosamente a los judíos.
9 Hablaron y dijeron al rey Nabucodonosor:
Rey, para siempre vive.
10 Tú, oh rey, has dado una ley que todo
hombre, al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del
salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, se postre y adore la
estatua de oro;
11 y el que no se postre y adore, sea echado
dentro de un horno de fuego ardiendo.
12 Hay unos varones judíos, los cuales
pusiste sobre los negocios de la provincia de Babilonia: Sadrac, Mesac y
Abed-nego; estos varones, oh rey, no te han respetado; no adoran tus dioses, ni
adoran la estatua de oro que has levantado.
13 Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con
enojo que trajesen a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Al instante fueron traídos
estos varones delante del rey.
14 Habló Nabucodonosor y les dijo: ¿Es
verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que vosotros no honráis a mi dios, ni
adoráis la estatua de oro que he levantado?
15 Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que
al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio,
de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua
que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en
medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis
manos?
16 Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al
rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este
asunto.
17 He aquí nuestro Dios a quien servimos
puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.
18 Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos
a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.
19 Entonces Nabucodonosor se llenó de ira, y
se demudó el aspecto de su rostro contra Sadrac, Mesac y Abed-nego, y ordenó
que el horno se calentase siete veces más de lo acostumbrado.
20 Y mandó a hombres muy vigorosos que tenía
en su ejército, que atasen a Sadrac, Mesac y Abed-nego, para echarlos en el
horno de fuego ardiendo.
21 Entonces estos varones fueron atados con
sus mantos, sus calzas, sus turbantes y sus vestidos, y fueron echados dentro
del horno de fuego ardiendo.
22 Y como la orden del rey era apremiante, y
lo habían calentado mucho, la llama del fuego mató a aquellos que habían alzado
a Sadrac, Mesac y Abed-nego.
23 Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y
Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo.
24 Entonces el rey Nabucodonosor se espantó,
y se levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres
varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey.
25 Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones
sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto
del cuarto es semejante a hijo de los dioses.
26 Entonces Nabucodonosor se acercó a la
puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos
del Dios Altísimo, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron
de en medio del fuego.
27 Y se juntaron los sátrapas, los
gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a estos
varones, cómo el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun
el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas estaban intactas, y ni
siquiera olor de fuego tenían.
28 Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea
el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a
sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y
entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios.
29 Por lo tanto, decreto que todo pueblo,
nación o lengua que dijere blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y
Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en muladar; por cuanto no
hay dios que pueda librar como éste.
30 Entonces el rey engrandeció a Sadrac,
Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia.
Y la toma de Jericó fue también increíble y sorprendente. Nos
dice la Palabra durante siete días dieron vueltas alrededor de la ciudad los
siete sacerdotes, llevando las siete bocinas de cuerno de carnero, pasaron
delante del arca de Jehová, y tocaron las bocinas; y el arca del pacto de
Jehová los seguía. Y los hombres armados iban delante de los sacerdotes que
tocaban las bocinas, y la retaguardia iba tras el arca, mientras las bocinas
sonaban continuamente. Y el último día…
Josué 6: 20 Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes
tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la
bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a
la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron.
Pero ahora quisiera detenerme en Pedro. Pedro fue un apóstol
singular. Era un hombre burdo pero con una mente ágil, visionario en cierta
forma, e impulsivo.
¿Creía en Dios? Sí.
¿Creía que Jesús era Dios o el hijo de Dios? Sí.
¿Tenía fe? Claro que sí, y mucha fe, como vamos a ver
ahorita, pero…
Mateo 14:22-33
JESÚS CAMINA SOBRE EL
AGUA
22 Después de esto,
Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca, para que cruzaran el lago
antes que él y llegaran al otro lado mientras él despedía a la gente. 23 Cuando
la hubo despedido, Jesús subió a un cerro, para orar a solas. Al llegar la
noche, estaba allí él solo, 24 mientras la barca ya iba bastante lejos de
tierra firme. Las olas azotaban la barca, porque tenían el viento en contra. 25
A la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. 26 Cuando los
discípulos lo vieron andar sobre el agua, se asustaron, y gritaron llenos de
miedo:
—¡Es un fantasma!
27 Pero Jesús les
habló, diciéndoles:
—¡Calma! ¡Soy yo: no
tengan miedo!
28 Entonces Pedro le
respondió:
—Señor, si eres tú,
ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua.
29 —Ven —dijo Jesús.
Pedro entonces bajó de
la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. 30 Pero al
notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó:
—¡Sálvame, Señor!
31 Al momento, Jesús
lo tomó de la mano y le dijo:
—¡Qué poca fe tienes!
¿Por qué dudaste?
32 En cuanto subieron
a la barca, se calmó el viento. 33 Entonces los que estaban en la barca se
pusieron de rodillas delante de Jesús, y le dijeron:
—¡En verdad tú eres el
Hijo de Dios!
Yo creo que Pedro tenía mucha más fe que muchos de nosotros.
Y mucha más que sus compañeros. Nadie se atrevió a imitarlo. “Si eres tú,
ordena”. El Señor sólo dijo: “Ven”. Y Pedro fue. ¿Usted se atrevería a dar un
paso en el agua? Yo no. Pedro dio
varios. Dice el v.29: “empezó a caminar”. Y todo iba bien hasta que le pegó el
viento y “tuvo miedo”. Es decir, su atención se desvió del Señor al viento y
entonces…
¿Y si yo le dijera que el Señor lo llamó a usted y a mí a
hacer hazañas como ésta o mayores y más increíbles, imposibles, que pensaría…?
Juan 14:9-14
Lo que les he dicho,
no lo dije por mi propia cuenta. Yo sólo hago lo que el Padre quiere que haga.
Él hace sus propias obras por medio de mí. 11 Créanme cuando les digo que mi
Padre y yo somos uno solo. Y si no, al menos crean en mí por lo que hago. 12 Les aseguro que el que confía en mí hará lo mismo que yo hago. Y, como yo voy a donde está mi Padre, ustedes harán cosas
todavía mayores de las que yo he hecho. 13 Yo haré todo lo que ustedes me pidan.
De ese modo haré que la gente vea, a través de mí, el poder que tiene Dios el
Padre. 14 Yo haré todo lo que ustedes me pidan.
Pero, ¿cuál es el secreto para hacer estas cosas imposibles?
“El que confía en mí”.
Si revisamos el pasaje de Pedro, nos damos cuenta que su
“error fue” haberse distraído con el viento, con las adversidades, y dejar de
ver al Señor.
Dice Hebreos 12
12 Por tanto, nosotros también, teniendo en
derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del
pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por
delante,
2 puestos los ojos en
Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto
delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la
diestra del trono de Dios.
3 Considerad a aquel
que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro
ánimo no se canse hasta desmayar.
¿Sabían ustedes que no sabemos vivir confiando en Dios, es
decir, con los ojos puestos en Jesús?
Confiamos en nosotros, en nuestros empleos, en los bancos,
en el gobierno, en los familiares, en los amigos, en nuestra suerte… en nuestro
dinero, en nuestras relaciones, en nuestro status, en nuestra inteligencia, en
nuestros títulos, etc.
El ser
humano en general no sabe vivir teniendo a Dios como eje de su vida. Y lo malo
es que los cristianos tampoco. Es nuestra fe, a veces, tan pequeñita como un
átomo.
¿Cómo
aprendemos a confiar en Dios, a mirarlo a él, a tener los ojos puestos en él?
Simple: confiando. Pedro tuvo la gran oportunidad de aprender en ese caminar en
el mar y no pudo, pero hubo muchos momentos en que finalmente aprendió.
Estas
circunstancias que he vivido me pusieron en un callejón. O confiaba en Dios o
confiaba. Es decir, son las circunstancias adversas, las de callejón sin
salida, las imposibles, las que nos permiten aprender a confiar en Dios.
Nadie se
sube a una bicicleta por primera vez creyendo que se va a caer. Nadie puede
enfrentar “el valle de sombra de muerte sin temor alguno” sin tener miedo. Sólo
es posible después de aprender a caminar con Dios, de hacerlo el centro de
nuestra vida, que aprendemos a enfrentar las misiones imposibles y salir
airoso.
Yo aprendí
a manejar cuando, desesperado en una fila del pesero, me dije: “Qué necesidad
tengo de estar aquí si tengo auto”. Fui por el él y a partir de ese día
manejé... Aunque choqué.
Y si se
fijan, es la misma pregunta que se hizo el hijo pródigo. (Lucas 17) Y volviendo en sí, dijo: !!Cuántos
jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de
hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el
cielo y contra ti.
Es decir,
qué necesidad… Y lo mismo podemos decir nosotros. Qué necesidad de vivir como
un pagano, como un gentil, si soy el hijo de un rey.
Romanos 8: 38…
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,
esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
29 Porque a los que
antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la
imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
30 Y a los que
predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también
justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
31 ¿Qué, pues, diremos
a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
32 El que no escatimó
ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará
también con él todas las cosas?
33 ¿Quién acusará a
los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
34 ¿Quién es el que
condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que
además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
35 ¿Quién nos separará
del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o
desnudez, o peligro, o espada?
36 Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el
tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
37 Antes, en todas
estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 Por lo cual estoy
seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni
potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
39 ni lo alto, ni lo
profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que
es en Cristo Jesús Señor nuestro.
De ahí que Pedro nos dijera que tuviéramos sumo gozo cuando anduviéramos en
diversas pruebas, pues la prueba de la fe…
Hermano,
usted está llamado a ser un héroe que enfrente misiones imposibles, pero lo que
nos falta es entrenamiento, ese entrenamiento que nos dan las pruebas. A Josué
Dios le dijo que se “esforzara y que fuera valiente”. Lo mismo nos dice ahora.
A Jeremías (1) le dijo:
4 Vino, pues, palabra
de Jehová a mí, diciendo:
5 Antes que te formase
en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta
a las naciones.
6 Y yo dije: !!Ah!
!!ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.
7 Y me dijo Jehová: No
digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que
te mande.
8 No temas delante de
ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.
9 Y extendió Jehová su
mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu
boca.
10 Mira que te he
puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para
destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.
17 Tú, pues, ciñe tus
lomos, levántate, y háblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos,
para que no te haga yo quebrantar delante de ellos.
18 Porque he aquí que
yo te he puesto en este día como
ciudad fortificada, como columna de hierro, y como muro de bronce contra toda
esta tierra, contra los reyes de Judá, sus príncipes, sus sacerdotes, y
el pueblo de la tierra.
19 Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte.
Y a Pedro, una vez pasado su examen doctoral, le dijo: “¿Me
amas? Apacienta mis ovejas”. Que
tarea más difícil. Hermanos, bienvenido al mundo de Dios, al mundo de lo
imposible posible. “porque yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo”.
Qué Dios les bendiga.
miércoles, 19 de agosto de 2015
PREDICACIÓN
En hebreo la palabra predicación se dice Charaz, que
significa “enhebrar perlas”. Una buena disertación de un orador o un maestro es entregar perlas a sus oyentes, sobre todo cuando la disertación, la charla, la proclamación es de la palabra de Dios. Quizá por ello en Romanos escribe el apóstol Pablo:
Romanos 10:15
¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!
Pero si predicación de la verdad es "enhebrar perlas", hay que tener cuidado de quienes parecen que enhebran perlas pero es todo lo contrario.
Lucas 12. La levadura de los
fariseos
1 En esto, juntándose
por millares la multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó a
decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura de los fariseos,
que es la hipocresía.
2 Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni
oculto, que no haya de saberse.
3 Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz
se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las
azoteas.
Jesús enfatiza la levadura de los Fariseos la cuál califica de "hipocresía". ¿A qué se refería el Señor? Veamos. Hipocresía viene del griego hypo que significa "máscara" y crytes, "respuesta". Es decir, respuesta enmascarada, no clara, no verdadera, las cuales además tienden a contaminar, pues las malas enseñanzas son como los virus: se contagian y es necesario vacunarse.
EL MIEDO DE VIVIR
Un novelista quien escribió un interesante relato sobre el tiburón blanco decía en su discurso cuando recibió el Premio Nacional de Novela 2013, del Gobierno de Guanajuato, que los animales todos viven con miedo. Viven en alerta permanente pues en cualquier momento pueden ser presas de algún animal que busque alimentarse con él.
En los seres humanos este miedo no este miedo no es continuo, pues las normas de convivencia generadas por la civilización protegen de cierta manera a los seres humanos. Y entre mayor grado de desarrollo exista, mayor tranquilidad hay en sus integrantes. Pero en las sociedades donde las normas se degradan, aparece el miedo pues la vida corre mayor peligro, sobre todo cuando alguien puede poseer algo valioso que otro desea o bien que obstruya los planes que otro tiene, por ejemplo, en las luchas políticas o de comercio.
La historia nos da muestras suficientes de esta situación, como por ejemplo, en el Imperio Romano del I siglo antes de Cristo. Julio César, el hombre más poderoso de Roma, estuvo sujeto a conspiraciones que un 15 de marzo del año 44 antes de Cristo fue asesinado a puñaladas por sus adversarios políticos, a plena luz del día, y rodeado de la élite política del momento y de un tumulto de gente. Y esto se ha repetido muchas veces en la historia.
Jesús era en su tiempo un hombre incómodo para los dirigentes judíos, es decir, la casta sacerdotal conocidos como Fariseos, quienes ardorosamente buscaban matar a Jesús. Él lo sabía y varias veces se les escabulló. A pesar de este inminente peligro que finalmente se llevó a cabo, el nos enseñó que no debemos temer a quien mata el cuerpo. Sin embargo el Señor dice:
Mateo 10:26-31
4 Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el
cuerpo, y después nada más pueden hacer.
5 Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que
después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os
digo, a éste temed.
Pues afirma, Dios tiene sumo cuidado de nosotros.
Lucas 12: 6
¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios.
Un par de pajarillos costaban, en aquel tiempo, un cuarto (Mateo 10:29) y si alguien compraba 4, el quinto se lo regalaban. Aun
este quinto sin valor Dios no lo tiene olvidado.
Lucas 12:7
Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos.
Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos.
Un cálculo que se ha hecho al respeto nos dice que en la cabeza de las personas varía dependiendo del color de modo que:
Rubios= 145 mil
Oscuro=120 mil
Pelirrojo=90 mil
Como cristianos, muchas veces el miedo viene de quienes no aceptan nuestra fe y para no ponernos en riesgos silenciamos nuestra identidad cristiana. Pero el Señor nos insta a que no nos ocultemos.
Lucas 12: 8-9
Os digo que todo aquel que me confesare delante de los
hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de
Dios; mas el que me negare delante de los hombres, será negado
delante de los ángeles de Dios.
Sin embargo, este
pecado es perdonado, pues Pedro lo negó 3 veces y obtuvo el perdón aunque el costo que tuvo que pagar fue muy alto. Pero hay un pecado que no tiene perdón:
Lucas 12:10
A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.
A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.
El término blasfemia proviene del griego
"blaptein", que significa injuriar, y "pheme", que
significa reputación.
Muchos injuriaron al
Señor, por ejemplo, al pie de la cruz, pero los Fariseos incluso se atrevieron
a decir que Jesús hacía las cosas con el poder de Satanás… Y sólo se puede
blasfemar de alguien que habiéndolo conocido, habla cosas injuriosas a
sabiendas y con mala intención.
Qué decir
11 Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los
magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de
responder, o qué habréis de decir;
12 porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo
que debáis decir.
El rico insensato
13 Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que
parta conmigo la herencia.
14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre
vosotros como juez o partidor?
15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del
hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
Ejemplo: la insensatez
de la riquezas materiales
16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de
un hombre rico había producido mucho.
17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no
tengo dónde guardar mis frutos?
18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los
edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes;
19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados
para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.
20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu
alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?
21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con
Dios.
El afán y la ansiedad
y la necesidad de fe.
(Mt. 6.25-34)
22 Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os
afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis.
23 La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido.
24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que
ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho
más que las aves?
25 ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su
estatura un codo?
26 Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os
afanáis por lo demás?
27 Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni
hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de
ellos.
28 Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y
mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?
29 Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de
comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.
30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo;
pero vuestro
Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.
31 Mas buscad el reino
de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.
Dios nos da lo que
necesitamos, no lo que deseamos y algunas veces el hombre se rebela contra
Dios, es decir, no valora lo que Dios le da, como los israelitas ante el Maná.
Tesoro en el cielo
(Mt. 6.19-21)
32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha
placido daros el
reino.
33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que
no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega,
ni polilla destruye.
34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro
corazón.
Invertir realmente
para el futuro…
El siervo vigilante
35 Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas
encendidas; (el corazón inflamado del
Señor. “No ardía nuestro corazón, dijeron los discípulos del camino de Emmaus)
36 y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su
señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en
seguida.
37 Bienaventurados aquellos siervos
a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo
que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.
38 Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la
tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos.
39 Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué
hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.
40 Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la
hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.
El siervo infiel (la insensatez de no ser fiel)
(Mt. 24.45-51)
41 Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a
nosotros, o también a todos?
42 Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente
al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?
43 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor
venga, le halle haciendo así.
44 En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes.
45 Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda
en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y
beber y embriagarse,
46 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no
espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los
infieles.
47 Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no
se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes.
48 Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes,
será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya
dado mucho, mucho se le demandará; y al que
mucho se le haya confiado, más se le pedirá.
Jesús, causa de
división
(Mt. 10.34-36)
49 Fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué quiero, si ya se
ha encendido?
50 De un bautismo tengo que ser bautizado; y !!cómo me
angustio hasta que se cumpla!
51 ¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os
digo: No, sino disensión.
52 Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán
divididos, tres contra dos, y dos contra tres.
53 Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra
el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra
su nuera, y la nuera contra su suegra.
¿Cómo no reconocéis
este tiempo?
(Mt. 16.1-4; Mr. 8.11-13)
54 Decía también a la multitud: Cuando veis la nube que sale
del poniente, luego decís: Agua viene; y así sucede.
55 Y cuando sopla el viento del sur, decís: Hará calor; y lo
hace.
56 !Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo
y de la tierra; ¿y cómo no distinguís este tiempo?
Aprender a interpretar
los tiempos.
Arréglate con tu
adversario
(Mt. 5.25-26)
57 ¿Y por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es
justo?
58 Cuando vayas al magistrado con tu adversario, procura en
el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre al juez, y el juez te
entregue al alguacil, y el alguacil te meta en la cárcel.
59 Te digo que no saldrás de allí, hasta que hayas pagado
aun la última blanca.
lunes, 3 de agosto de 2015
LAS DIFICULTADES DE LA FE
Hebreos 11: 1
La fe es la certeza de
los que se espera (futuro), la
convicción de lo que no se ve (como tantas cosas que no vemos que ahí están)…
Por ejemplo, ese plano en el que Pablo ve ciertas revelaciones y contempla el
tercer cielo (2ª de Corintios 12) …
O esa realidad de seres que acompañan al creyente y a la iglesia, y que se
hacen visibles para el que tiene fe, como Eliseo que ve el ejército de Dios que
está con él, pero su criado no lo ve.
¿Es difícil creer?
Hechos 16:30-33
30 y sacándolos, les dijo:
Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?
31 Ellos dijeron: Cree en el Señor
Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
32 Y le hablaron la palabra
del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.
33 Y él, tomándolos en
aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó
él con todos los suyos.
La fe es así de simple, muy simple y está al alcance de todo
ser humano y no se requiere de iniciaciones, revelaciones místicas, ungimientos,
etc. , sin embargo, al mismo tiempo es tan difícil… De lo contrario, la fe
fuera una realidad y se reflejaría en las maravillas en la iglesia y en la vida
cotidiana.
El Señor dijo: Mateo
17:20
“…si tuviereis fe como un
grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada
os será imposible”.
El paso de la incredulidad a la fe es muchas veces un
tránsito sumamente difícil y conlleva otras de un proceso largo.
Muchos creen o no creen…
Marcos 9:27:
“Creo, ayuda mi
incredulidad…”
21 Jesús preguntó al padre:
¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño.
22 Y muchas veces le echa en
el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten
misericordia de nosotros, y ayúdanos.
23 Jesús le dijo: Si puedes
creer, al que cree todo le es posible.
24 E inmediatamente el padre
del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.
O parece que si creen, pero…
Mateo 17
14 Cuando llegaron al
gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo:
15 Señor, ten misericordia
de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el
fuego, y muchas en el agua.
16 Y lo he traído a tus
discípulos, pero no le han podido sanar.
17 Respondiendo Jesús, dijo:
!!Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros?
¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá.
Pareciera que la poca fe (otra forma en que el Señor se
refiere a la incredulidad) fue un fenómeno con el que se encontró con
frecuencia durante su ministerio.
Pedro, cuando se hundía, le dijo:
Mateo 14: 30-31
30 Pero al ver el fuerte
viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: !!Señor,
sálvame!
31 Al momento Jesús,
extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !!Hombre de poca fe! ¿Por qué
dudaste?
Y cuando elucubraban sus discípulos…
Mateo 16:6-8
6 Y Jesús les dijo: Mirad,
guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos.
7 Ellos pensaban dentro de
sí, diciendo: Esto dice porque no trajimos pan.
8 Y entendiéndolo Jesús, les
dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis
pan?
O ante la manifestación de poder del Señor
Mateo 8:
23 Y entrando él en la
barca, sus discípulos le siguieron.
24 Y he aquí que se levantó
en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él
dormía.
25 Y vinieron sus discípulos
y le despertaron, diciendo: !!Señor, sálvanos, que perecemos!
26 El les dijo: ¿Por qué
teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y
al mar; y se hizo grande bonanza.
Si tuvieres fe como un grano
de mostaza
O de su resurrección
JUAN 20
24 Pero Tomás, uno de los
doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.
25 Le dijeron, pues, los
otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos
la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere
mi mano en su costado, no creeré.
26 Ocho días después,
estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando
las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.
27 Luego dijo a Tomás: Pon
aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no
seas incrédulo, sino creyente.
28 Entonces Tomás respondió
y le dijo: !!Señor mío, y Dios mío!
29 Jesús le dijo: Porque me
has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
Cuanto tiempo estoy con
vosotros y me dices muéstranos al padre
Muéstranos al Padre y nos basta…
Juan 14
8 Felipe le dijo:
Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.
9 Jesús le dijo:
¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que
me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el
Padre?
Los caminantes de Emmaús…
Juan 24
15 Sucedió que mientras
hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos.
16 Mas los ojos de ellos
estaban velados, para que no le conociesen.
17 Y les dijo: ¿Qué pláticas
son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?
18 Respondiendo uno de
ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en
Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días?
19 Entonces él les dijo:
¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta,
poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;
20 y cómo le entregaron los
principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le
crucificaron.
21 Pero nosotros esperábamos
que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy
es ya el tercer día que esto ha acontecido.
22 Aunque también nos han
asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al
sepulcro;
23 y como no hallaron su
cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes
dijeron que él vive.
24 Y fueron algunos de los
nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él
no le vieron.
25 Entonces él les dijo: !!Oh insensatos,
y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!
Y, por el contrario, se maravilló de la fe de otros…
Le dijo a la mujer griega, sirofenicia de nación, que le
rogó por su hija que tenía un espíritu inmundo: (Marcos 7:29) “Entonces le dijo: Por esta palabra, ve; el
demonio ha salido de tu hija”.
Al centurión que no le permitió al Señor ir a su casa, sino
que le pidió solamente que pronunciara una palabra (Mateo 8:10): “De cierto os digo, que ni aun en Israel he
hallado tanta fe”.
A la mujer que le tocó el vestido para sanar de una larga y
tormentosa enfermedad de flujo de sangre: (Mateo 5:33)
33 Entonces la mujer,
temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se
postró delante de él, y le dijo toda la verdad.
34 Y él le dijo: Hija, tu fe
te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.
La mujer de Pilato
Pero hay otros que se resisten y les gana la incredulidad…
Hechos 26
27 ¿Crees, oh rey Agripa, a
los profetas? Yo sé que crees.
28 Entonces Agripa dijo a
Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano.
29 Y Pablo dijo: !!Quisiera
Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también todos los que hoy
me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas cadenas!
Un poco de información para saber quién era este Rey Agripa
Agripa II (27-100),
llamado originalmente Marco Julio Agripa (en latín Marcvs Jvlivs Agrippa) fue
un antiguo gobernante de Judea durante la época del dominio romano.
Bisnieto de Herodes el
Grande, e hijo de Herodes Agripa I que había sido rey de Judea hasta su muerte
en el 44 d. C. (mencionada en Hechos 12). Agripa II se había criado en la corte
del emperador Claudio, pero debido a que tenía sólo diecisiete años cuando
murió su padre, no le dieron el reino que éste tenía. Más tarde, cuando murió
su tío, el rey Herodes de Calcis, le dieron su principado. El rey Herodes de
Calcis se había casado con la hermana de Agripa II, Berenice. Más tarde Claudio
le dio a Agripa II la responsabilidad de nombrar al sumo sacerdote de los
judíos, y cambió Calcis por algunos principados en la Palestina del norte.
Agripa II también recibió el título de rey.
Este rey, (como
leímos) quedó registrado en la Biblia por
su encuentro con Pablo (Hch 25.13-26.32), a quien reconoció de haber estado a
punto de hacerlo cristiano, de no haber sido por las presiones políticas y
familiares.
En excavaciones
recientes en los cimientos del Muro de los Lamentos se han encontrado monedas
acuñadas por Agripa II. Los arqueólogos Ronni Reich y Eli Shukrun concluyen que
el muro fue construido por Agripa II, no por su abuelo Herodes el Grande como
se creía hasta el momento.
Para el carcelero de Filipo al parecer fue un paso rápido y
contundente. De inmediato pide el bautismo, aunque no sabemos qué tanto había
oído. Quizá en su corazón iba creciendo la plantita de la fe y estaba esperando
un elemento, un solo evento que iluminara su corazón… y ese evento llegó.
Otros es un poco más lento…
Felipe y el etíope
HECHOS 8
26 Un ángel del Señor habló
a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de
Jerusalén a Gaza, el cual es desierto.
27 Entonces él se levantó y
fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los
etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén
para adorar,
28 volvía sentado en su
carro, y leyendo al profeta Isaías.
29 Y el Espíritu dijo a
Felipe: Acércate y júntate a ese carro.
30 Acudiendo Felipe, le oyó
que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees?
31 El dijo: ¿Y cómo podré,
si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él.
32 El pasaje de la Escritura
que leía era este:
Como oveja a la muerte fue llevado;
Y como cordero mudo delante del que lo
trasquila,
Así no abrió su boca.
33 En su humillación no se
le hizo justicia;
Mas su generación, ¿quién la
contará?
Porque fue quitada de la
tierra su vida. m
34 Respondiendo el eunuco,
dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí
mismo, o de algún otro?
35 Entonces Felipe, abriendo
su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús.
36 Y yendo por el camino,
llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea
bautizado?
37 Felipe dijo: Si crees de
todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo
de Dios.
38 Y mandó parar el carro; y
descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó.
No sabemos cuanto tiempo este hombre estuvo cavando en la
mina espiritual hasta que el Señor le manda
Felipe para que le explicara las escrituras llega Felipe y no sabemos
cuánto tiempo estuvo viajando con él has que de pronto ve agua y él mismo pide
el bautismo.
¿Y qué podemos decir
ahora? ¿Qué tan importante es la fe?
Hay tantas necesidades en el mundo que hombre de fe pueden
hacer grandes cosas. Como iglesia del Señor uno de nuestro más caros
distintivos debiese ser la fe. Sin embargo, parece que el signo de nuestro
tiempo es la falta de fe. Como seguidores de Cristo, al menos dejemos la puerta
abierta a la fe. Cuando el Señor le dice a Pedro que eche la red en el momento
menos propicio para la pesca, Pedro le dijo (Lucas 5:5): “Maestro, toda la
noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré
la red”. En tu palabra, echaremos la red.
Una fe que nos lleve a reconocer su autoridad, una fe que
nos lleve a doblegarnos a su autoridad, como leemos en 1 Pedro 5:6: “Humillaos,
pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo”.
Y de esta forma ser instrumentos poderosos y útiles de él.
Termino con esta frase que le dijo a Tomás “Bienaventurados
los que no vieron y creyeron”.
Hermanos, creamos. Si la incredulidad nos asedia, hagamos
nuestra esa súplica de los apóstoles (Lucas 17:5): “Señor, auméntanos la fe”.
Y el Señor, que les respondió con una metáfora: “Si tuvieres
fe como un grano de mostaza…” les respondió… a su tiempo. En los hechos leemos
esa respuesta, abundante y generosa.
NOTA
Diccionario biblico:
Candace
(gr. Kandák, tal vez "princesa de los
sirvientes").
Título de la reina de
Nubia o Etiopía* (Hch. 8:27), cuya capital estaba en MeroN, a unos 208 km
al norte de Khartum y entre la 5a y la 6a cataratas delNilo. Estrabón, Dion Casio y Plinio dan los títulos
de varias reinas meroíticas como
Ka(n)take o Ka(n)dakit. Descubrimientos
recientes en el
cementerio real de
Nubia (en MeroN y Barkal) indican que la reina mencionada en los Hechos era
Amanitere (cuyo título aparece en un cartucho como Kntky, "Candace") y
que reinó desde el 25 d.C. hasta el 41 d.C.
Un eunuco de su corte (ya fuera judío de
nacimiento o prosélito), que había ido a Jerusalén para asistir a una de las
fiestas judías, se convirtió al cristianismo mediante la obra evangelizadora de
Felipe (vs 26-39).
domingo, 2 de agosto de 2015
¿ESTA USTED CONTENTO CON SU VIDA?
Si le preguntáramos
esto a la gente en la calle, la mayoría respondería que sí. Pero si les
señalamos algunos aspectos negativos de su estilo de la vida de inmediato
buscarían justificarse.
Sin embargo, en ciertos momentos reconocería que su forma de
vivir no es bueno, que le gustaría cambiar, que está harto de ciertas situaciones.
Es por ello que cada inicia un año, muchas personas hacen listas
de propósito: este año si hago ejercicio, este año me regreso a estudiar, hago
la tesis, busco otro trabajo, dejo de comer comida chatarra, dejo los refrescos
o el cigarro o el alcohol.
Pero estos lindos propósitos nunca llegan a realizarse,
salvo en raras ocasiones. Digamos que es una bonita forma de engañarnos a
nosotros mismos.
Pero algo que si no dicen estos propósitos es que hay cosas
en nuestra vida que no nos gustan y nos gustaría cambiar, incluso, irnos a
vivir a otro lado, cambiar de trabajo, cambiar de cara o de cuerpo o de vida, etc.
¿Por qué sentimos
esto?
Porque en el fondo sabemos que nuestras vidas no están bien,
y que debe haber una vida mejor en alguna parte que nos permita ser más felices.
Muchos piensan que si ganaran mucho dinero, serían felices.
Y cuando ya lo tienen, se dan cuenta que no. Otros piensan que si encontraran
al hombre o a la mujer ideal, serían
felices. Pero ese ideal nunca llega o si llega, pronto advertirán que no es
como creía que era. Quizá por ello en los setentas se hizo tan popular una canción
de los Rolling Stone: I Can´t get satisfaction
(No puedo lograr la satisfacción).
Y son esas circunstancias de insatisfacción, las que llevan
a muchas personas a prestar oídos a ciertas doctrinas o religiones que prometen
la ansiada felicidad, a través de ejercicios místicos, el fengshui, la
meditación, el yoga, o la práctica de religiones orientales y emotivas…
Y esto ha sucedido siempre. El ser humano antiguo y moderno
se parecen: tienen hambre de algo que les permita encontrarle sentido a la
vida.
En la Biblia hay muchos personajes que viviendo en ese
estado de insatisfacción, logran cambiar de vida, cambiar de rumbo. Veamos
algunos casos.
MEFI-BOSET
Mefi-boset era un lisiado. Fue hijo de un príncipe. Y cuando
su abuelo y su padre mueren en la guerra, su nana, temerosa de que maten a los
herederos, huye con él y en huida se le cae y queda lisiado. Ustedes conocen a
los lisiados cuya condición los lleva a veces a vivir en la indigencia. Al parecer
esta era la vida de Mefiboset, una vida triste, deprimente y sin futuro. Pero
cuando el Rey David sube al trono busca a los descendientes de su amado amigo
Jonatán y descubren que hay uno: Mefi-boset. Y lo trae a palacio y le cambia la
vida haciendo efectiva la promesa que le había dado a su padre.
SAQUEO
Saqueo era un hombre bajito, recaudador de impuestos (y por
lo tanto odiado por la sociedad) que llevaba una vida incómoda, por su mala
fama debido a su trabajo. No era un hombre feliz, tal vez ni amigos tenía, ni
esposa. Un día oyó que Jesús venía a visitar a su aldea. Fue aprisa y cuando
llegó al sitio se encontró que ya había mucha gente y no lo dejaban ver a
Jesús. Entonces vio una solución: se trepó a un árbol y desde allí iba a poder
verlo bien. Cuando Jesús llegó bajo las ramas en donde estaba Saqueo, levantó
la vista y lo vio. Le dijo: baja de ahí que voy a tu casa. Y de pronto, no sólo
lo vio sino que era su invitado. Qué privilegio que este hombre famoso, que
hacia milagros y enseñaba la palabra de Dios estaba en su casa. Era como si un
artista famoso de pronto nos viera en a calle y nos dijera que le gustaría
visitarnos. ¡Qué honor! La presencia de Cristo en su casa iluminó su alma de
ladrón y aprovechado y en ese momento declaró que iba a regresarle a todos lo
que les había robado. Saqueo había sido cambiado y ahora tenía una nueva vida.
EL ETIOPE
El Etíope era un personaje importante, era un funcionario
extranjero de alto nivel que se sentía insatisfecho con su vida. Y para hallar
algo que cambiara su vida viajo a Jerusalén para prender de los sabios y de los
teólogos la verdad que necesitaba saber. Pero no halló nada. Regresaba triste y
desconsolado a su patria leyendo un rollo de un profeta, a Isaías. Era un
hombre rico que se daba el lujo de poseer un libro propio. Entonces Felipe fue
llevado por Dios con este etíope y le preguntó: ¿entiendes lo que lees? El
etíope dijo que no si no había quien se lo explicara. Felipe le explica y este
hombre encuentra esa verdad que andaba buscado. De modo que cuando vio un poco
de agua, pidió ser bautizado. Ya había luz en su alma.
PABLO
Pero quizá el caso más dramático es el de Pablo. El era un
estudioso y celoso judío que odiaba a los cristianos y perseguía y los tomaba
presos. Este Pablo, que era llamado Saulo de Tarso, persiguiendo a unos
cristianos rumbo a Damasco, una voz lo paró en seco, una voz que retumbaba y le
decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Y de inmediato Saulo reconoció que
era Dios quien le hablaba y preguntó: ¿Quién eres Señor? Y la voz le contestó:
Jesús, a quien tu persigues. Y en ese momento la vida de Saulo sufrió un
vuelco. Ese perseguidor, años después, aparece como uno de los más grandes
proclamadores de Cristo. Si no hubiera preguntado a esa voz ¿qué quieres que yo
haga? Y lo hizo, nunca lo hubiéramos conocido. Hoy en todo el mundo lo conoce
como San Pablo.
Estos 4 ejemplos de vida no sólo nos enseñan el descontento,
la frustración, el vacío que hay en la vida de los humanos, pero además nos
muestran de que hay una respuesta efectiva a esa búsqueda y ansia de cambio.
Mefi-boset encuentra el favor de rey cuando es descubierto. Saqueo,
al recibir la inesperada visita de Jesús, su sola presencia y sus palabras (que
no aparecen escritas en la Biblia) iluminaron su vida y se vio constreñido a
cambiar, a armonizar sus actos con los dictados de Dios. El Etíope, cuando le
son reveladas y explicadas las escrituras, encuentra respuestas a sus dudas y
su vida se ve transformada por esa verdad que Felipe le predica, y Pablo, ante
el llamado de Jesús, su vida da un giro de 180 grados. Antes odiaba y
perseguía, ahora ama a Dios y a los cristianos y el sufre ahora persecución y
maltrato, pero también plenitud de vida, sentido, propósito, y un destino feliz
en el cielo.
Y es que todos, nos acercamos a Cristo, de una u otra forma, cambiamos nuestra forma de vida cuando descubrimos las respuestas definitivas a nuestras necesidades. Cuando Jesús fue a
Samaria encuentra a una mujer a quien le pide que le dé agua. Y él le promete
darle “agua viva” para que no tenga sed jamás, es decir, satisfacer todas sus necesidades y eliminar todas sus angustias.
Y es que Cristo es una persona que nos ama, que nos busca, y
que cuando decidimos seguirlo, CAMBIA PROFUNDA Y DEFINITIVAMENTE NUESTRA VIDA.
Y él quiere cambiarnos para darle sentido a nuestras vidas y borra la frustración. ¿Que nos pide? Realmente casi nada; que estemos dispuestos a
seguirle y a hacer lo que nos pide que hagamos. Cuando lo hacemos experimentamos un cambio que nos llene el alma
de plenitud.
El Etíope lo vivió a medida que Felipe iluminaba su corazón
con sus explicaciones. Lo mismo le sucedió a Saqueo y a Pablo. ¿Quiere usted
tener una nueva vida?
Mire lo que dice la Biblia:
2 Corintios 5:17
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Venga, acepte a Cristo, cambie su vida. Regálese una vida
nueva y una vida nueva a su familia y a sus hijos.
Que Dios les bendiga.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
ESTUDIO SOBRE APOCALIPSIS 20: Los mil años
Jeremías Ramírez El tema principal de este capítulo 20 es ese periodo de tiempo denominado “Milenio” y que ha sido causa de enorme discusión...
-
Jeremías Ramírez Vasillas Después del Pentecostés, el desarrollo de la iglesia se iba a suceder vertiginosamente. La curación de un coj...
-
Observando los Juegos Olímpico, recordé que el apóstol Pablo tiene varias referencias al deporte en sus cartas y me pregunté ¿Era e...
-
ESTUDIO DEL EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS CAPÍTULO 3 Este capítulo 3 narra el ministerio de Juan el Bautista y la genealogía del Jesús p...