Hay muchas cosas en la vida que no entendemos porque desde
nuestra óptica humana, aunque fuésemos grandes eruditos, no tendríamos nunca
todas las respuestas. Y entre más avanza la ciencia, pareciera que aumentan más
los enigmas y los absurdos. Muchos perros son mejor alimentados que miles de
niños en los países pobres, por ejemplo.
Hace más de 50 años los filósofos existencialistas nos
advertían que el mundo estaba de cabeza: ellos afirmaban que la vida era un
“sinsentido”, un absurdo. Y tenían razón. Basta abrir un diario el día que sea
se puede encontrar con noticias sinsentido. ¿Quién en su sano juicio puede
secuestrar y matar con saña a un hombre, una mujer o un niño o a 43
estudiantes, o más de 90 migrantes?
Pero estos hechos terribles no sólo se dan en calles o en
los pueblos alejados donde el crimen se ha asentado. Sino, incluso, surge de
las oficinas de personas que tienen apariencia de gente confiable. El
economista y lingüista norteamericano Noam Chomsky dice que el mundo es
organizado desde las altas esferas con un sólo fin: hacer dinero, no importando
si para ello dictan políticas que llevan a la desgracia y a la muerte a seres
humanos, animales y a la misma vegetación. Las grandes hambrunas, las
enfermedades, la violencia, surge en muchas ocasiones de decisiones que se dan
en estas pulcras oficinas. Y afirma que
en Estados Unidos los delitos de calle cuestan 4 mil millones de dólares pero los delitos de puerta adentro, de
las oficinas, 200 mil millones de
dólares. Y es allí, no en las calles, donde se decide el destino trágico de
miles de personas.
Y con esas pruebas diarias, muchos pensadores humanistas
defienden la idea de que el ser humano es bueno per se y realzan la “bondad innata” y afirman que todos los hombre
nacen buenos y que es el medio quien los corrompe y hablan tan fuerte y tan
convincente que es casi irresistible creerles.
La Biblia señala que “No hay bueno ni aun uno”
Salmo 14: 3 Todos se
desviaron, a una se han corrompido…
Salmo 53:3 “No hay quien
haga lo bueno, no hay ni aún uno”
Romanos 3:12 “Todos se
desviaron, a una se hicieron inútiles…”
Y en cuanto todos pecaron. Y de esta maldad manifiesta no se
salvan ni los niños. Hoy salen a la luz historias terribles de niños sicarios,
o el famoso bullyng que lleva incluso
a la muerte a muchos.
Frente a esta locura, hay una voz que nos dice, primero,
como a los pastores, NO TEMAÍS, QUE OS HA NACIDO HOY, EN LA
CIUDAD DE DAVID, UN SALVADOR, QUE ES CRISTO EL SEÑOR.
La única manera que existe para que el hombre encuentre el
sendero de regreso a Dios es que alguien viniera, nos dijera y nos mostrara, cómo y por dónde.
Y que lo hiciera desde abajo, desde quienes viven en las circunstancias más
difíciles, desde la intemperie, desde el PESEBRE.
Y esa es la vida de Jesús. Vino a mostrarnos cuál y como es
el camino a la armonía cósmica, al orden perfecto. Y no hay magia en ello pero
sí milagro. Por eso él se dijo que Él era El Camino, La Verdad y La Vida. El
mismo es CAMINO.
Había un divorcio, un distanciamiento entre Dios y los
hombre. Nadie podía venir y tomarnos de las manos para hacernos llegar a Dios.
Por ello, Jesús es el mediador, el único mediador. Vino y nos tomó y nos unió a
él, a Dios.
Eliu, el amigo de Job, dice algo muy interesante que nos
revela el propósito de la venida del Señor.
Job 33:
14 “… en una o en dos
maneras habla Dios;
Pero el hombre no entiende.
15 Por sueño, en visión
nocturna,
Cuando el sueño cae sobre
los hombres,
Cuando se adormecen sobre el
lecho,
16 Entonces revela al oído
de los hombres,
Y les señala su consejo…
Y nada, el hombre no entiende. Y nos dice Hebreos que Dios
ha hablado al ser humano de muchas maneras. Y en Job encontramos una frase que expresa
un anhelo interesante de contar con un mediador.
23 Si tuviese cerca de él
Algún elocuente mediador muy
escogido,
Que anuncie al hombre su
deber;
24 Que le diga que Dios tuvo
de él misericordia,
Que lo libró de descender al
sepulcro,
Que halló redención;
Y durante siglos los judíos… Y cuando llegó lo llevaron a la
cruz. Y fue precisamente por este absurdo de crucificarlo que Jesús se hizo
este mediador muy escogido.
1a Timoteo 2:5
“Porque hay un solo Dios, y
un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”
Hebreos 9:15
13 Porque si la sangre de
los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los
inmundos, santifican para la purificación de la carne,
14 ¿cuánto más la sangre de
Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a
Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios
vivo?
15 Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que
interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el
primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.
Y esta mediación se ha estado realizando durante miles de
años miles, y millones de personas han encontrado el camino, y en ese andar
(sal y luz) han bendecido a la humanidad con escuelas, hospitales, etc.
Hace poco José Mujica, el presidente del Uruguay, dijo que
él no podía creer en el más allá pero que respetaba las religiones por una
razón. “He visto en los hospitales como ayudan a la gente a bien morir”. Hay
algo que está allí que él no comprende pero entiende que es algo grande.
Y el famoso cineasta Woody Allen, judío y ateo, afirmo a un
periódico alemán: “Como ateo llevo una vida triste, sin esperanza, horripilante
y sombría, sin objetivo o relevancia alguna…” Este hombre está por cumplir 80
años y ha pasado de ser un comediante de café a uno de los artistas más
influyentes del mundo y sin embargo… Finalmente el hombre descubre que su vida
no tiene objetivo ni relevancia.
La vida es en muchas ocasiones terriblemente absurda y sin
sentido. Y quisiéramos morir. Y lo mismo le sucedió a muchos profetas y hombres
de Dios que de pronto se extraviaron.
1 Reyes 19
1 Acab dio a Jezabel la
nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había matado a espada a todos
los profetas.
2 Entonces envió Jezabel a
Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si
mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos.
3 Viendo, pues, el peligro,
se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y
dejó allí a su criado.
4 Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo
de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida,
pues no soy yo mejor que mis padres.
5 Y echándose debajo del
enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo:
Levántate, come.
6 Entonces él miró, y he
aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y
comió y bebió, y volvió a dormirse.
7 Y volviendo el ángel de
Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino
te resta.
8 Se levantó, pues, y comió
y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta
noches hasta Horeb, el monte de Dios.
9 Y allí se metió en una
cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo:
¿Qué haces aquí, Elías?
10 El respondió: He sentido
un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han
dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus
profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.
11 El le dijo: Sal fuera, y
ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y
poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová;
pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová
no estaba en el terremoto.
12 Y tras el terremoto un
fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y
delicado.
13 Y cuando lo oyó Elías,
cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he
aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?
14 El respondió: He sentido
un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han
dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus
profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.
15 Y le dijo Jehová: Ve,
vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a
Hazael por rey de Siria.
16 A Jehú hijo de Nimsi
ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás
para que sea profeta en tu lugar.
17 Y el que escapare de la
espada de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la espada de Jehú,
Eliseo lo matará.
18 Y yo haré que queden en
Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo
besaron.
¿Qué debemos hacer en esta hora trágica, en este absurdo,
entre sinsentido?
Abrir nuestros oídos a la locura de la predicación y dejar
que en su momento brille su luz y todo, todo, tome sentido. Quienes buscan el
sentido fuera de Dios, esto es un galimatías y entonces dicen que NO hay Dios.
Quienes se abren al absurdo de la predicación, hay una luz.
Salmo 119
105 Lámpara es a mis pies tu palabra,
Y lumbrera a mi camino.
106 Juré y ratifiqué
Que guardaré tus justos
juicios.
107 Afligido estoy en gran
manera;
Vivifícame, oh Jehová,
conforme a tu palabra.
108 Te ruego, oh Jehová, que
te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca,
Y me enseñes tus juicios.
109 Mi vida está de continuo
en peligro,
Mas no me he olvidado de tu
ley.
110 Me pusieron lazo los
impíos,
Pero yo no me desvié de tus
mandamientos.
111 Por heredad he tomado
tus testimonios para siempre,
Porque son el gozo de mi
corazón.
112 Mi corazón incliné a
cumplir tus estatutos
De continuo, hasta el fin.
Cuándo nuestros pies necesitan una lámpara. Cuando está
oscuro. Mientras haya luz nadie necesita una lámpara. Pero en la oscuridad, es
allí hermanos cuando la locura de la predicación se vuelve luz, luz. Lámpara es
a mis pies… TU PALABRA.
Lucas 2
10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas
de gran gozo, que será para todo el pueblo:
11 que os ha nacido hoy, en
la ciudad de David, un Salvador, que es
CRISTO el Señor.
12 Esto os servirá de señal:
Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
13 Y repentinamente apareció
con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y
decían:
14 !!Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra
paz, buena voluntad para con los hombres!