jueves, 21 de enero de 2016

MIEDO AL FUTURO


Cuando era niño, no me imaginaba el futuro; para mí era algo nebuloso. Alguna vez, cuando tendría 10 años, me pregunté que pasaría conmigo cuando tuviera 40, y se me hizo eso tan lejano, que me pareció absurdo seguir pensando.

Pero quizá en el fondo alguna inquietud sobre el futuro iba germinando y creciendo lentamente, como una planta, pues cuando me volví lector, fueron las historias futuristas de ciencia ficción (naves, viajes interplanetarios, ciudades futuras, tecnologizadas) las que más leí. Y leí muchas, entre ellas, de autores como H.G, Wells, Artur C. Clark, Issac Asimov, quienes se hicieron mis conocidos.

Ahora tengo MÁS DE 60 y aún me persigue la preocupación del futuro, pues descubro que sigue arraigada en mí una insaciable curiosidad por el tiempos venideros. Pero ya no pienso como entonces, a largo plazo, sino en la semana que entra, en el mes que entra, en un evento o en un problema que tengo que enfrentar o probablemente enfrentaré y quiero que esa fecha pase.

 Y cuando los problemas en el trabajo crecen, mi aprensión se vuelve más aguda. Añoro que llegue X día, como el 15 de septiembre  o las vacaciones de fin de año pero veo con tristeza que cuando llegan  no me saben a nada y sigo añorando un mañana luminoso pero que sigue es incierto y nebuloso.

Tratando de arrancar de mi Biblia un poco de luz para afrontar los incierto con esta barca, mi humanidad, que tiembla ante el embate de las olas y el viento.

Dice un himno:

Nada sé sobre el futuro
Desconozco lo que habrá
Es probable que las nubes
Mi luz venga a opacar.

Nada temo del futuro
Pues Jesús conmigo está
Yo le sigo decidido
Pues él sabe lo que habrá

Mucha cosas no comprendo
Del mañana con su afán
Más un dulce amigo tengo


Lo he cantado muchas veces. Tiene una bella melodía, pero ¿qué tanto hemos pensado en su letra? ¿Qué tanto es una realidad en nuestras vidas? ¿Nada tememos del futuro? ¿Seguros? ¿Tengo la certeza que Jesús está aquí conmigo? ¿Él es para mí un dulce amigo?

¿Y si los problemas crecieran?¿Lo seguiremos considerando nuestro amigo? ¿Seguiríamos cantando con seguridad este canto?

Hace algunos años, en la empresa que dirigía, pasamos periodos complicados donde no veíamos soluciones fáciles. Pero nunca sentí temor, quizá sólo un poco de preocupación. Tal vez con los años y la llegada de los padecimientos físicos uno se vuelve más temeroso porque quizá vemos que ya no somos fuertes, jóvenes, y que si me corrieran de mi trabajo ¿podría trabajar en algo? ¿alguien se atrevería a contratarme? A mi edad, ¿quién me daría trabajo? ¿Podría solventar mis deudas o mis compromisos financieros, si ahorita mi sueldo apenas alcanza para cubrirlos?

Y he pensado también en la predicación de un hermano que decía que aprovecháramos los malos momentos, que dijéramos: ¡Qué maravilla! Y me hizo recordar las palabras del apóstol Santiago:

SANTIAGO 1
2) Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando cayereis en diversas pruebas; 3) sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4) Mas tenga la paciencia su obra perfecta, para que seáis perfectos y cabales, y que nada os falte.

Pero para poder hacer nuestro ese gozo nos hace falta algo importante, al menos de un tamaño tan pequeñito como un grano de mostaza. Sí, se trata de la fe.

En mis lecturas matinales, antes de empezar a trabajar, me encontré con un pasaje en el evangelio Según San marcos 11: 20-26, que dice:

20 Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces.
21 Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
22 Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.
23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
25 Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
26 Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.

Me llamó la atención que un tema que no había advertido antes. Esto me llevó a darme cuenta que muchas veces leo la Biblia de forma mecánica.

Este tema es el perdón. ¿El perdón?

¿Qué significa esto? Bueno, el pasaje dice que si vamos a acercarnos a Dios debemos tener un corazón limpio. Y un gran elemento limpiador es el perdón.

¿Han notado como cuando realmente perdonamos sentimos un descanso? Odiar a alguien es cargar un gran peso. Gastamos mucha de nuestra energía emocional, mental y espiritual pensando en esa persona obsesivamente. Y si por casualidad la encontramos, el estómago se nos hace nudo.

Pero si el Señor nos ayuda a perdonar, ya esa persona que no nos cae bien no nos irritará, ni estaremos pensando en ella; y si la encontramos, hasta podemos sonreírle. Entonces nos damos cuenta que somos libres, ¡¡¡somos libre!!! Y esto nos hace felices. Y nos damos cuenta entonces que el odio es un gran motor de infelicidad. Y el perdde Dios, perfecto, da una paz perfecta.erdce dolor en el odiado y incierto.rofesi. Podemos amar mucho a nuestro hijos, pero si Dón de Dios, perfecto, da una paz perfecta.

Un hermano escribía que un gran reto es “amarnos unos a otros, como le pide el Señor a sus discípulos”. Yo le respondí que el verdadero reto era: "Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen..." Mateo 5:45

Frente a tales personas, ¿podemos no sólo perdonarlos sino amarlos, bendecirlos, hacer el bien (sobre todo cuando tenemos la oportunidad de hacerles pagar su maldad) y orar por ellos?

Sí podemos. Con el poder del Señor, podemos. Déjenme decirles que es verdad. Esta semana una persona me ofendió. La reacción inmediata fue coraje, recelo, ganas de darle un buen golpe, o al menos desear que le fuese mal. Y fueron días amargos hasta que recordé este pasaje. Y me puse a orar por él y por sus cómplices. Y el viernes tenía que verlo. Me sentí impotente. Seguramente, pensé, cuando lo vea mi estómago va a dar vueltas como una licuadora. Oré, oré intensamente. Y cuando lo vi, le sonreí y le dije hola y descubrí que no sentía coraje, ni odio, sino, inclusive simpatía. La luz brilló en mi ánimo. Terminó el evento y yo, brinqué de gusto. Había podido: era una gran victoria.

Regreso al futuro, al miedo al futuro. Si tenemos la fuerza para perdonar y lo experimentamos como una realidad palpable en nuestro ser, el miedo a futuro empieza a diluirse. Si el puede vencer mis emociones negativas y darme paz, una dulce paz, él puede entonces suplir todas mis necesidades aunque sea un anciano desempleado.

Tenemos que aprender a ser más osados en la vida cristiana, dar pasos de fe cada vez más aventurados, descubrir que el Señor es una realidad cercana, muy cercana y no una entidad lejana o, tal vez peor, inexistente. Déjenme decirles que el ateísmo cristiano existe. Cantamos, alabamos, citamos textos, pero no confiamos en nada en lo que la Biblia dice. Ese es ateísmo cristiano.

Y al descubrir que Él es una realidad, una realidad palpable, podemos hacer algo bien complicado, como lo expresa el Señor en Mateo:

Mateo 6:33

Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia (han notado que aquí entra el perdón, pues no dice La justicia —que paguen lo mal que han hecho— sino Su justicia) y todas estas cosas serán añadidas.

Ya notaron que este pasaje habla precisamente del futuro. Dice “serán”. Creer en Dios, aunque sea en un término tan minúsculo como un grano de mostaza, el futuro está asegurado. Este es el verdadero seguro de vida, terrenal y celestial.

Romanos 8:28
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Incluso, aceptar la permanencia de un problema, como le sucedió al apóstol Pablo:

2ª. de Corintios 12
7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;
8 respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí.
9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.

Otras de las fuentes de temor en el futuro es pensar lo que podemos perder. Tal vez tenga que vender las cosas que aprecio y me son útiles, o hipotecar la casa…

Cuando el Señor alguien se acerca para seguirle les dijo cosas bien fuertes:

Por ejemplo, al joven rico le dijo: “Vende todo lo que tienes y dalo a los pobre… “

Mateo 8:19
19Y cierto escriba vino y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.
20Y Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza.
21Y otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. 22Pero Jesús le dijo: Sígueme; y deja que los muertos entierren a sus muertos.

Aferrarnos a las cosas hace de nuestra vida algo triste. Para que nuestra vida tenga equilibrio, primero debe ser Dios, luego todo lo demás. Si Dios tiene primacía, es como la gasolina. Puede uno tener un buen carro, pero sin gasolina no sirve. Podemos amar mucho a nuestro hijos, pero si Dios está en primer lugar, el nos bendecirá y su bendición desciende sobre los que nos rodea.

Pablo le dijo al carcelero de Filipos: “Cree en el Señor Jesús y serás salvo tú y tu casa” (Hechos 16:301-31)

Queremos tener un buen futuro, no busquemos un buen trabajo, ni una buena profesión, ni un buen negocio, ni una buen seguro de retiro, ni buenas relaciones con políticos, ni… Busquemos primeramente el reino de Dios.

Salmo 91:
El que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente.
2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.
3 El te librará del lazo del cazador, De la peste destructora.
4 Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
5 No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día,
6 Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya.
7 Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.
9 Porque has puesto … Al Altísimo por tu habitación,

Y el salmo 23:

Jehová es mi pastor; nada me faltará.
2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
3 Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.


Que Dios les bendiga.

jueves, 14 de enero de 2016

BUENAS OBRAS: DISTINTIVO BÁSICO DEL CRISTIANO

Por Jeremías Ramírez Vasillas


¿Qué es lo que distingue a los cristianos? ¿Hay algunos rasgos que permiten que la gente identifique que somos de Cristo?

Los testigos de Jehová, como los mormones, son fácilmente identificables por la manera que se vista e incluso, algunos objetos que usan como portafolios. En este sentido, ¿qué debería distinguirnos a nosotros? ¿Cuál debería ser nuestro uniforme?

Cuando la iglesia nació el primer nombre que recibieron los cristianos fue “los del camino”.

Dice Hechos 19:23: Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del Camino.

¿De dónde vendría ese nombre? La fuente debió ser el mismo Señor que afirmaba de sí mismo “Yo soy el camino”.

Pero fue otro nominativo el que los distinguiría, y fue en Antioquia cuando se les empezó a decir este nombre:

Hechos 11:26
Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.

¿Y por qué se les llamó así? ¿Por qué seguramente afirmaban seguir a Cristo?

Pensando en ello me di a la tarea de buscar ese rasgo más evidente que debería tener cualquier hijo de Dios y encontré en Efesios 2:10.

Esta carta de Pablo afirma:
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Y esto me hizo recordar las palabras de Jesús en su primer predicación,

Lucas 4
16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.
17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
18 El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
19 A predicar el año agradable del Señor.
20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.

Me hizo pensar en sus parábolas como en la del Buen Samaritano

Lucas 10:25-37
25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
26 Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?
27 Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
29 Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
30 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.
31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo.
32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo.
33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;
34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.
35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.
36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?
37 Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.

Y en su diálogo con el joven rico…

El joven rico
(Mt. 19.16-30; Mr. 10.17-31)

18 Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
19 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios.
20 Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre.
21 Él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud.
22 Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
23 Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.
24 Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: !!Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
25 Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
26 Y los que oyeron esto dijeron: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?
27 Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
28 Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones y te hemos seguido.
29 Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios,
30 que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.



Y en este pasaje de Efesios 2:10
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

En ciertas agrupaciones como los Boy Scouts, tienen como metas hacer “la obra del día” e ir registrando hasta alcanzar el record. Llegado a ese punto, se dejan de hacer buenas obras.

En el cristiano no es así. Digamos que una característica de fabricación es precisamente las “buenas obras”, y no se puede hacer lo contrario. Como un auto que es fabricado para correr, su potencia está intrínseco en su construcción. Si embargo, este se puede quedar parado, por diversas razones: no tiene gasolina, no tiene llantas, o n tiene chofer, pero su naturaleza es correr, moverse. Así el cristiano.

Sin embargo, de pronto nos preguntamos hasta dónde debemos actuar, o para qué hacerlo si los hermanos o la gente no lo agradece, como se dice, no lo reconoce.

Y es que la “buenas obras” tienen propósitos muy importantes que van más allá del beneficio inmediato que se logra con un acto de esta naturaleza. Nos dice Julio Maestre, un escritor cristiano, que son:

1.     Para que la gente glorifique a Dios
2.     Son un testimonio irrefutable de la fe
3.     Actúan como armas defensivas  para contrarrestar las acusaciones  que se levantan en contra del cristianismo.
4.     Enriquecen espiritualmente la vida del discípulo y de las personas que los rodean.
5.     Sirven como ejemplo para que otros de la comunidad cristiana imiten esa actitud.
  
Pero además, agrega Maestre, deben ser “agradables”

Nos dice: “¿Qué son las buenas obras? Cuando el Nuevo Testamento habla de buenas obras podemos entender que se refiere a actos de amor y misericordia moralmente buenos. Muchas veces los escritores neotestamentarios utilizaron una palabra griega (kalos), que indica que no solamente son buenas en el sentido moral sino que también son atractivas y agradables”.

                  Kalos (agradable, bello, hermoso).

Jesús se ganaba el favor del pueblo seguramente porque eran agradables su actos desde que era pequeño.

Lucas 2:52
Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.
Los apóstoles se ganaba el fervor de la gente.

Hechos 2:46
46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,
47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo.

Y el hecho que sean agradables hace que sean admirables, reconocibles. El propósito es que la gente vea, reconozca, al autor fundamental de esos actos: Dios.

Para que la gente glorifique a Dios

Dice Mateo 5: 14-16
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.


Enriquecen espiritualmente la vida del discípulo y de las personas que los rodean.

Las buenas obras hacen que nos sintamos realizados.

Mateo 20:28
“…como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”.

Este es lo que le da sentido a la vida.

Servir, o dicho en términos bíblicos, el diaconado, es decir, nuestro trabajo en la iglesia que se extiende a la calle, la fábrica, la escuela, la oficina… eso es lo que debe distinguir al cristiano: que la gente o los hermanos se ven beneficiados.

Además, enriquecen espiritualmente la vida del discípulo y de las personas que los rodean, pues nos dice el evangelio que el cristiano debe se sal y luz.

La sal de la tierra
13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

La luz del mundo
14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Nos dice un diccionario que “La sal proporciona a los alimentos uno de los sabores básicos. El consumo de sal modifica nuestro comportamiento frente a los alimentos ya que es un generador del apetito y estimula su ingesta. Se emplea fundamentalmente en dos áreas: como condimento de algunos platos y como conservante en los salazones de carnes y pescado (incluso de algunas verduras)”.

Luz: revela, pero también orienta. En momentos de oscuridad el cristiano debe ser una antorcha.

Si aún no es parte integral de nosotros, debemos orar y dejar que Dios transforme nuestro corazón egoísta en uno que abra sus manos a los demás.

Oseas 6:6
Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.

Efesios 4:17-32
La nueva vida en Cristo
17 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,
18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;
19 los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.
20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo,
21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
27 ni deis lugar al diablo.
28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Mateo 7:15-23
Por sus frutos los conoceréis
15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
20 Así que, por sus frutos los conoceréis.

Nunca os conocí
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

Son un testimonio irrefutable de la fe

Toda aquella persona que dice tener fe debe de tener obras dignas de arrepentimiento. El que dice tener fe y no tiene buenas obras en AMOR es mentiroso y no es salvo.

Santiago 2:14-26
La fe sin obras es muerta
14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
20 ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?
21 ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?
22 ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?
23 Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.
24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.
25 Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?
26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

Por otra parte, como ya vimos, el evangelio de Mateo dice que el Señor nos llamó para que hagamos buenas

Actúan como armas defensivas  para contrarrestar las acusaciones  que se levantan en contra del cristianismo.

La iglesia ha sido culpable en muchos sentidos del decaimiento de la imagen de la iglesia.

1 de Timoteo 5:7-8
“Manda también estas cosas, para que sean irreprensibles; porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.”

Sirven como ejemplo para que otros de la comunidad cristiana imiten esa actitud.

Imítenme a mi como yo imito a Cristo, decía Pablo en 1 Corintios 11:1. Los cristiano que han hecho buenas obras han inspirado no sólo a los creyentes sino inclusive a los no creyentes.


Conclusión

Terminemos citando el Salmo 112

1. Bienaventurado el hombre que teme a Jehová,
    Y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
2 Su descendencia será poderosa en la tierra;
La generación de los rectos será bendita.
3 Bienes y riquezas hay en su casa,
Y su justicia permanece para siempre.
4 Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos;
Es clemente, misericordioso y justo.
5 El hombre de bien tiene misericordia, y presta;
Gobierna sus asuntos con juicio,
6 Por lo cual no resbalará jamás;
En memoria eterna será el justo.
7 No tendrá temor de malas noticias;
Su corazón está firme, confiado en Jehová.
8 Asegurado está su corazón; no temerá,
Hasta que vea en sus enemigos su deseo.
9 Reparte, da a los pobres;
Su justicia permanece para siempre;
Su poder será exaltado en gloria.


ESTUDIO SOBRE APOCALIPSIS 20: Los mil años

Jeremías Ramírez El tema principal de este capítulo 20 es ese periodo de tiempo denominado “Milenio” y que ha sido causa de enorme discusión...